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miércoles, 2 de octubre de 2013

IX. Unidad. Edad Contemporanes ( III parte)



Primera Guerra Mundial

 


La Primera Guerra Mundial (también llamada la Gran Guerra) fue un conflicto bélico mundial iniciado el 28 de julio de 1914 y finalizado el 11 de noviembre de 1918. Involucró a todas las grandes potencias del mundo, que se alinearon en dos bandos enfrentados: por un lado, los Aliados de la Triple Entente, y por otro, las Potencias Centrales de la Triple Alianza.
En el transcurso del conflicto fueron movilizados más de 70 millones de militares, incluidos 60 millones de europeos,[] lo que lo convierte en una de las mayores guerras de la Historia. Murieron más de 9 millones de combatientes,[ muchos a causa de los avances tecnológicos de la industria armamentística, que hizo estragos contra una infantería que fue usada de forma masiva y temeraria.
El asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria, heredero del trono del Imperio austro-húngaro, el 28 de junio de 1914 en Sarajevo, fue el detonante inmediato de la guerra, pero las causas subyacentes jugaron un papel decisivo, esencialmente el imperialismo de las políticas exteriores de grandes potencias europeas como el Imperio alemán, el Imperio austro-húngaro, el Imperio otomano, el Imperio ruso, el Imperio británico, Francia e Italia. El asesinato de Francisco Fernando por el nacionalista serbobosnio Gavrilo Princip dio como resultado un ultimátum de los Habsburgo al reino de Serbia. Las potencias europeas invocaron diversas alianzas formadas años y décadas atrás, por lo que sólo unas semanas después del magnicidio las grandes potencias estaban en guerra. A través de sus colonias, el conflicto pronto se extendió por el mundo.
El 28 de julio, el conflicto dio comienzo con la invasión de Serbia por Austria-Hungría, seguida de la invasión de Bélgica, Luxemburgo y Francia por el Imperio alemán, y el ataque de Rusia contra Alemania. Tras ser frenado el avance alemán en dirección a París, el Frente Occidental se estabilizó en una guerra estática de desgaste basada en una extensa red de trincheras que apenas sufrió variaciones significativas hasta 1917. En el frente oriental, el ejército ruso luchó satisfactoriamente contra Austria-Hungría, pero fue obligado a retirarse por el ejército alemán. Se abrieron frentes adicionales tras la entrada en la guerra del Imperio otomano en 1914: Italia y Bulgaria en 1915 y Rumanía en 1916. El Imperio ruso colapsó en 1917 debido a la Revolución de Octubre, tras lo cual dejó la guerra. Después de una ofensiva alemana a lo largo del Frente Occidental en 1918, las fuerzas de los Estados Unidos se unieron a los Aliados de la Triple Entente, que hicieron retroceder al ejército alemán en una serie de exitosas ofensivas. Tras la Revolución de Noviembre de 1918 que forzó la abdicación del Káiser, Alemania aceptó el armisticio el 11 del mismo mes.
Al final de la guerra cuatro potencias imperiales, los imperios Alemán, Ruso, Austro-Húngaro y Otomano, habían sido derrotados militar y políticamente y desaparecieron. Los imperios alemán y ruso perdieron una gran cantidad de territorios, mientras que el austro-húngaro y el otomano fueron completamente disueltos. El mapa de Europa Central fue redibujado con nuevos y pequeños estados y se creó la Sociedad de Naciones con la esperanza de prevenir otro conflicto similar. Los nacionalismos europeos, espoleados por la guerra y la disolución de los imperios, las repercusiones de la derrota alemana y los problemas generados por el Tratado de Versalles se consideran generalmente como factores del comienzo de la Segunda Guerra Mundial.

La Paz Armada
Artículo principal: Paz armada.
A finales del siglo XIX, el Reino Unido dominaba el mundo tecnológico, financiero, económico y sobre todo político. Alemania y Estados Unidos le disputaban el predominio industrial y comercial. Durante la segunda mitad del siglo XIX y los inicios del siglo XX se produjo el reparto de África (a excepción de Liberia y Etiopía) y Asia Meridional, así como el gradual aumento de la presencia europea en China, un estado que para entonces se hallaba en franca decadencia.
Reino Unido y Francia, las dos principales potencias coloniales, se enfrentaron en 1898 y 1899 en el denominado incidente de Faschoda, en Sudán, pero el rápido ascenso del Imperio alemán hizo que los dos países se unieran a través de la Entente cordiale. Alemania, que solamente poseía colonias en Camerún, Namibia, África Oriental, algunas islas del Pacífico (Islas Salomón) y enclaves comerciales en China, empezó a pretender más a medida que aumentaba su poderío militar y económico posterior a su unificación en 1871. Una desacertada diplomacia fue aislando al Reich, que sólo podía contar con la alianza incondicional del Imperio austrohúngaro. Por su parte, el Imperio ruso y, en menor medida, los Estados Unidos controlaban vastos territorios, unidos por largas líneas férreas (Transiberiano y ferrocarril Atlántico-Pacífico, respectivamente).
Francia deseaba la revancha de la derrota sufrida frente a Prusia en la Guerra Franco-prusiana de 1870-1871. Mientras París estaba asediada, los príncipes alemanes habían proclamado el Imperio (el llamado Segundo Reich) en el Palacio de Versalles, lo que significó una ofensa para los franceses. La III República perdió Alsacia y Lorena, que pasaron a ser parte del nuevo Reich germánico. Su recuperación era ansiada por el presidente francés, Poincaré, lorenés.[4] En general, las generaciones francesas de finales del siglo XIX y, sobre todo, los estamentos militares, crecieron con la idea de vengar la afrenta recuperando esos territorios. En 1914 sólo hubo un 1 % de desertores en el ejército francés, en comparación con el 30 % de 1870.
Mientras tanto, los países de los Balcanes liberados del Imperio otomano (el «enfermo de Europa») fueron objeto de rivalidad entre las grandes potencias. Turquía, que se hundía lentamente, no poseía en Europa —hacia 1914— más que Estambul, la antigua Constantinopla. Todos los jóvenes países nacidos de su descomposición (Grecia, Bulgaria, Rumanía, Serbia, Montenegro y Albania) buscaron expandirse a costa de sus vecinos, lo que llevó a dos conflictos entre 1910 y 1913, conocidos como Guerras Balcánicas.
Impulsados por esta situación, los dos enemigos seculares del Imperio otomano continuaron su política tradicional de avanzar hacia Estambul y los estrechos. El Imperio austrohúngaro deseaba proseguir su expansión en el valle del Danubio hasta el mar Negro, sometiendo a los pueblos eslavos. El Imperio ruso, que estaba ligado histórica y culturalmente a los esclavos de los Balcanes, de confesión ortodoxa —ya les había brindado su apoyo en el pasado— contaba con ellos como aliados naturales en su política de acceder a «puertos de aguas calientes».
Como resultado de estas tensiones, se crearon vastos sistemas de alianzas a partir de 1882:
  • La Triple Entente: Francia, Reino Unido y Rusia.
  • La Triple Alianza: Alemania, Austria-Hungría e Italia.
A este período se le conoce como Paz armada, ya que Europa estaba destinando cuantiosas cantidades de recursos en armamentos[] y, sin embargo, no había guerra, aunque se sabía que ésta era inminente

Detonante del conflicto
 El evento detonante del conflicto fue el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria y su esposa, Sofía Chotek, en Sarajevo el 28 de junio de 1914 a manos del joven estudiante nacionalista serbio Gavrilo Princip, miembro del grupo serbio "Joven Bosnia", ligado al grupo nacionalista Mano Negra, que apoyaba la unificación de Bosnia con Serbia. Francisco Fernando era el heredero de la corona austro-húngara después de la muerte de su primo, Rodolfo de Habsburgo (en 1889) y de su padre Carlos Luis de Austria (en 1896). Su asesinato precipitó la declaración de guerra de Austria contra Serbia que desencadenó la Primera Guerra Mundial.

Alianzas militares europeas en 1914.
El Imperio austrohúngaro exigió, con el apoyo del Imperio alemán, investigar el crimen en territorio serbio, ya que consideraba que la organización paneslavista Mano Negra tenía conexión con los servicios secretos de ese país. El Imperio Austrohúngaro dio un ultimátum el 7 de julio a Serbia, la que con apoyo ruso no aceptó todas las condiciones impuestas, en particular la participación de policías austríacos en investigaciones en territorio serbio.
Ante dicha negativa, el 28 de julio de 1914, Austria-Hungría declaró la guerra a Serbia. Acto seguido el 29 de julio Rusia ordenó la movilización general. En función de las alianzas militares, el 1 de agosto, Alemania le declaró la guerra a Rusia, al considerar la movilización como un acto de guerra contra Austria-Hungría. Ante esto, y en virtud, de la alianza militar franco-rusa de 1894 Francia tomó algunas medidas de precaución en sus fronteras. Alemania, al conocer la agitación que reinaba en Francia a causa del inesperado ataque contra Serbia y la movilización rusa le declaró la guerra a Francia el 3 de agosto

Guerra de movimientos

Alianzas militares europeas en 1915.
En 1914, los europeos pensaban que la guerra sería corta. Pero los generales, que habían estudiado las guerras napoleónicas, estaban equivocados en su enfoque inicial del enfrentamiento, basado en el uso masivo de la infantería. Respondiendo a la enorme eficacia de las armas (fusiles, armas automáticas y artillería pesada), las fortificaciones fueron reforzadas. La caballería sería inútil como medio para romper el frente.
Al comienzo de la guerra los dos bandos trataron de obtener una victoria rápida mediante ofensivas fulminantes. Los franceses agruparon sus tropas en la frontera con Alemania, entre Nancy y Belfort, divididas en cinco ejércitos. Previendo un ataque frontal en Lorena, organizaron el Plan XVII. Los alemanes tenían un plan mucho más ambicioso. Contaban con la rapidez de un movimiento de contorno por Bélgica para sorprender a las tropas francesas y marchar hacia el este de París (Plan Schlieffen de 1905) y luego enfrentarse a las fuerzas enemigas y empujarlas hacia el Jura y Suiza. Tan sólo ubicaron 2/7 de sus tropas sobre la frontera para resistir el ataque frontal en Alsacia-Lorena.
El comienzo del plan trascurrió perfectamente para el Reich. Sus tropas avanzaron sobre Bélgica el 4 de agosto, lo cual provocó la intervención inglesa. Posteriormente derrotaron al ejército francés en diversas batallas. Los franceses lanzaron simultáneamente el Plan XVII, pero resultó un fracaso debido a las armas automáticas que frenaron cualquier asalto y a un repliegue prematuro de las tropas hacia sus líneas. Semanas después los alemanes estaban ya ubicados en el río Marne, donde chocaron con el Cuerpo Británico y el ejército francés, quienes frenaron el avance imperial. La derrota germana frustró el plan original y acabó con las expectativas de una conflagración breve, marcando el abandono definitivo de los planes anteriores a la guerra. En ese momento comenzó la «carrera hacia el mar»: los dos ejércitos marcharon hacia el Mar del Norte; ataques y contra-ataques se sucedieron. La contienda se desarrollaría en territorio francés y belga. Las tropas británicas no tardaron en intervenir en mayor número, junto a los restos del ejército belga.
Mientras tanto, Austria-Hungría fracasó en su intento de tomar Belgrado, lo cual lograría después con ayuda alemana, en agosto del 1915. Rusia invadió Prusia Oriental, pero los generales de estado mayor prusianos Hindenburg y Ludendorff los batirán contundentemente en Tannenberg.
En el curso de 1915, dos nuevos países entraron en la guerra: Italia del lado de los Aliados y Bulgaria al lado de las potencias centrales, que con este apoyo derrotan y ocupan a Serbia. Desde el comienzo de la guerra, el Vaticano y Suiza intentaron infructuosamente sondeos por la paz.

Frente occidental
 Estabilización del Frente Occidental en 1914

El 4 agosto de 1914, el ejército alemán abrió el frente occidental invadiendo Bélgica y Luxemburgo, con un ataque a la ciudad de Lieja, y luego obteniendo el control militar de regiones industriales importantes del este de Francia, derrotando al ejército francés en la batalla de Lorena, la batalla de Charleroi (21 de agosto) y en la batalla de Maubeuge una semana más tarde. La fuerza del avance fue contenida drásticamente con la primera batalla del Marne en septiembre de 1914, donde enfrentaron al Cuerpo Británico compuesto por 5 divisiones experimentadas y las tropas de reserva francesas. Los taxis de París ayudaron a trasladar a los efectivos ingleses al frente. El equilibrio de fuerzas y las nuevas armas facilitaron la defensa frente al ataque e impusieron la estabilización del frente. Ambos contendientes se atrincheraron en una línea sinuosa de posiciones fortificadas que se extendía desde el Mar del Norte hasta la frontera suiza con Francia. Esta línea permaneció sin cambios sustanciales durante casi toda la guerra.
Un asalto presentaba tal desventaja frente al adversario que los ataques aliados fueron infructuosos y Alemania pudo resistir a pesar de combatir en dos frentes. En estos ataques se recurrió a bombardeos masivos de artillería y al avance masivo de la infantería. Sin embargo, la combinación de las trincheras, los nidos de ametralladoras, el alambre de espino y la artillería infligían cuantiosas bajas a los atacantes y a los defensores en contraataque. Como resultado, no se conseguían avances significativos. Las condiciones sanitarias y humanas para los soldados eran muy crudas y las bajas elevadísimas.

Soldados británicos en las trincheras, durante la batalla del Somme, 1916.
En otoño de 1915 el general Joseph Joffre intentó una ofensiva, con apoyo inglés, que concluyó en un gigantesco fracaso. Después de este éxito defensivo, a finales de año, el general Von Falkenhayn, Jefe de Estado Mayor, propuso al Kaiser su proyecto de atacar Verdún. Plaza fuerte e impenetrable según la propaganda francesa, pero que estaba en posición delicada por no poseer un camino o vía férrea para su reavituallamiento. Los alemanes esperaban que su caída debilitaría la moral de los soldados franceses. El 21 de febrero de 1916, el ataque se inició con la artillería bombardeando violentamente las posiciones aliadas. Los alemanes avanzaron poco, pero las pérdidas francesas fueron enormes. El 25 de febrero, el general Langle de Cary decidió abandonar la ciudad, pero el mando francés no estaba dispuesto a perder Verdún y nombró en su lugar a Philippe Pétain, quien organizó una serie de violentos contraataques.
El 1 de julio, los británicos desataron una gran lucha paralela en la batalla del Somme, a fin de dividir las tropas alemanas y reducir la presión sobre Francia. Los alemanes retrocedieron escasos kilómetros, pero en orden. Al final, el frente casi no se modificó ni en Verdún ni en el Somme, pese a los centenares de miles de bajas.
En un esfuerzo por romper este callejón sin salida, este frente presenció la introducción de nuevas tecnologías militares, incluyendo el gas venenoso y los tanques. Pero sólo tras la adopción de mejoras tácticas se recuperó cierto grado de movilidad.
A pesar del estancamiento de este frente, este escenario resultó decisivo. El avance inexorable de los ejércitos aliados en 1918 convenció a los comandantes alemanes de que la derrota era inevitable, y el gobierno se vio obligado a negociar las condiciones de un armisticio.

Frente oriental
 Prisioneros austríacos en manos rusas, en Karelia, 1915.
La estrategia de guerra alemana funcionó contra Rusia. El ejército ruso contaba con 8 millones de hombres en 1914, pero estaba compuesto principalmente por campesinos sin ninguna formación militar, mal armados y equipados. El mando ruso era también mediocre. Los dos ejércitos se enfrentaron en la Batalla de Tannenberg (Prusia Oriental) del 26 al 30 de agosto de 1914, y en la batalla de los lagos Masurianos del 6 al 15 de septiembre de 1914. Los rusos sufrieron grandes derrotas en los dos casos y fueron obligados a replegarse. Los comandantes alemanes en esta exitosa campaña defensiva fueron Paul von Hindenburg y Erich Ludendorff.
Austria-Hungría, en cambio, no pudo repeler la invasión de Galitzia. En junio de 1916 tiene éxito una ofensiva rusa, dirigida por el general Alexéi Alexéievich Brusílov, que se interna en las líneas austrohúngaras. Regimientos enteros se pasaron a las filas rusas, demostrando la fragilidad del Imperio austrohúngaro. Motivada por esta circunstancia, Rumanía declara la guerra a los Imperios Centrales, pero es fácilmente derrotada y ocupada por los alemanes, lo que compromete aún más la posición rusa. El Imperio de los Romanov no volvería a intentar ninguna ofensiva de relevancia en el resto de la contienda.
Alemania pasó a la ofensiva y conquistó el golfo de Riga, destruyendo o capturando a buena parte de los contingentes rusos. El frente oriental estuvo en constante movimiento y no conoció la guerra de trincheras. La caballería jugó aún cierto papel en esta guerra de movimientos.

Otros fuentes
Evolución de las alianzas en la Primera Guerra Mundial: *Verde oscuro:Aliados; *Verde Claro: Colonias y territorios Ocupados por los aliados; *Naranja: Imperios Centrales; *Naranja Claro: Colonias y territorios Ocupados por los Imperios Centrales; *Gris: Países y Territorios Neutrales.
Si bien los principales esfuerzos de los beligerantes se concentraron en los frentes occidental y oriental, la guerra se libró con mayor o menor intensidad en distintas partes del globo. Se combatió en los Balcanes, en los Dardanelos, en Oriente Medio, en el Cáucaso, en los Alpes italianos, en África, en Extremo Oriente, en el Pacífico y en el Atlántico.

Frente balcánico

Cañones serbios capturados por los austríacos.
En la región de los Balcanes, tuvieron lugar una serie de campañas militares entre las Potencias Centrales (Austria-Hungría, Alemania, el Imperio Otomano y Bulgaria) por un lado y los aliados (Serbia, Montenegro, Rusia, Francia, Reino Unido y más tarde Rumanía y Grecia), por otro. En este teatro de operaciones la guerra comenzó con la invasión austro-húngara a Serbia en 1914, que acabó con la conquista de Serbia y Montenegro a fines de 1915. Las fuerzas serbias fueron atacadas desde el norte y el este y se vieron obligadas a retirarse del país, sin embargo, el ejército serbio se mantuvo operativo, aunque emplazado en Grecia.
En el otoño de 1915, los aliados intentaron ir en ayuda de los serbios, por medio de una expedición franco-británica que se estableció en el puerto de Salónica, en Grecia. El plan aliado consistía en socorrer a los serbios desde el sur, abriendo un frente en Macedonia. La expedición llegó demasiado tarde y con insuficiente fuerza para evitar la caída de Serbia, y se vio complicada por la crisis política interna en Grecia. No obstante, se logró mantener estable el frente macedonio, desde la costa albanesa al río Estrimón, en Bulgaria, hasta 1918.
En 1916 Rumanía entra en guerra contra las Potencias Centrales, pero esta decisión resultó desastrosa para los rumanos. Poco después de la declaración de guerra rumana, una ofensiva combinada entre los alemanes, austro-húngaros, búlgaros y otomanos conquistó dos tercios del país en una rápida campaña que finalizó en diciembre de 1916. Sin embargo, los ejércitos ruso y rumano consiguieron estabilizar el frente y mantenerlo en Moldavia. En 1917, Grecia entró en la guerra del lado aliado, y en septiembre de 1918 se produjo la gran ofensiva aliada de una fuerza multinacional acantonada en el norte de Grecia, que dio lugar a la capitulación de Bulgaria y a la liberación de Serbia.

Frente del Oriente Medio
Los Aliados contaban con la debilidad del Imperio Otomano para abrir una vía directa y apoyar a sus aliados rusos. La campaña de los Dardanelos fue iniciada por los ingleses, a sugerencia de Winston Churchill, para controlar el estrecho de los Dardanelos, lo que permitiría a Francia y al Imperio Británico revitalizar a Rusia, neutralizar al Imperio Otomano y encerrar a los imperios centrales. El ambicioso proyecto comenzó con el despliegue de una imponente flota inglesa y el desembarco de tropas en Galípoli, pero los otomanos, mandados por Mustafa Kemal Atatürk, se defendieron con una eficacia inesperada. Los aliados no consiguieron penetrar en el Imperio Otomano y fracasaron en las sucesivas ofensivas. La operación fue un sangriento desastre, convirtiéndose en una nueva batalla de trincheras (para colmo, esta vez con el mar a espaldas de los Aliados). Después de unos meses de inútiles tentativas, el mando inglés decidió evacuar Galípoli y dirigir su cuerpo expedicionario a Salónica, Grecia. Este ejército sostendría enseguida a los serbios que no se rindieron. Ante todo, se mantuvo a la espera de nuevas oportunidades, como convencer a Grecia de entrar en la guerra.
Durante todo el conflicto, los británicos fomentaron el sublevamiento de las tribus árabes para perturbar a los otomanos. En esta misión destacó el célebre oficial T. E. Lawrence, Lawrence de Arabia. La Declaración Balfour propuso el establecimiento de un Estado judío en Palestina, para motivar a los judíos estadounidenses a que apoyaran el ingreso de ese país en la guerra. En 1916 los británicos atacaron Palestina, cuyo control mantendrían hasta 1948.


Frente Italiano
En 1915, Italia se une a los Aliados y ataca a Austria. Sin embargo, una larga serie de ofensivas sobre el río Isonzo fracasa. En 1917, son los austro-húngaros, reforzados por tropas alemanas, los que baten duramente a los italianos en Caporetto. Este desastre casi saca a Italia de la guerra, pero el frente se estabiliza sobre el río Piave.

La guerra en África
En África, británicos y franceses atacaron desde todos los frentes a las colonias alemanas, rodeadas por sus posesiones. Las fuerzas germanas en Togolandia y Camerún se rindieron rápidamente a las tropas anglo-francesas, mientras que la colonia de África del Sudoeste Alemana fue invadida por el ejército sudafricano y ocupada totalmente en 1915 (véase: Campaña de África del Sudoeste). Sólo la colonia de Tanganica, bajo la dirección del general Paul von Lettow-Vorbeck, resistió bajo dominio alemán hasta el final de la contienda.

La guerra en el Extremo Oriente y el Pacífico
Artillería japonesa durante el ataque a las fuerzas alemanas de Tsing Tau, en 1914.
Tras el estallido de la guerra, el Imperio Japonés envió un ultimátum a Alemania, solicitándole la evacuación de Jiaozhou (noreste de China). Alemania se negó a cumplirlo, por lo que Japón entró en la guerra del lado de los aliados el 23 de agosto de 1914. Las tropas japonesas ocuparon las posesiones alemanas en las islas Carolinas y Marianas. En 1915, Japón presentó las Veintiuna exigencias a China que obligaban a China a no alquilar ni ceder ningún territorio frente a Taiwán a ningún país, excepto a Japón. En 1919, China cedió los derechos comerciales de Mongolia Interior y Manchuria a Japón.
Mientras tanto, en el Pacífico también hubo movimientos aunque no batallas de importancia. Las tropas australianas estacionadas en Papúa ocuparon sin problemas la Nueva Guinea Alemana, mientras que Japón y Nueva Zelanda dirigieron ataques contra las bases alemanas en las Islas Marianas. El puerto chino de Qingdao, principal base alemana en Extremo Oriente, fue ocupado por los japoneses.
Como resultado del acuerdo de paz de la guerra mundial, Japón recibió las islas del Pacífico que había ocupado.

La guerra en el mar

La Gran Flota Británica en la Batalla de Jutlandia.
La guerra naval en la Primera Guerra Mundial se caracterizó por los esfuerzos de los Aliados, especialmente Gran Bretaña, de imponer un bloqueo marítimo a los Imperios Centrales, utilizando sus grandes flotas navales; y por el empeño de estos de romper el bloqueo o establecer ellos mismos uno efectivo hacia el Reino Unido y Francia. Los alemanes, que contaban con una importante flota de submarinos, intentaron imponer un bloqueo completo a estas potencias ya nombradas, interceptar el apoyo de sus colonias y romper las rutas de aprovisionamiento entre América (carne de Argentina, armamento estadounidense) y Europa.
El Mar del Norte y el Canal de la Mancha fueron los principales teatros de operaciones de la guerra en el mar. En ellos se enfrentaron la Gran Flota británica y la Flota de Alta Mar alemana, que protagonizaron tres grandes batallas. En agosto de 1914 se encontraron en la batalla de Heligoland, en enero de 1915 en la batalla del Banco Dogger, ambas a favor del Reino Unido. A mediados de 1916 ambas flotas se encontraron en pleno frente a la península de Jutlandia. En la Batalla de Jutlandia los alemanes, dirigidos por los almirantes Reinhard Scheer y Franz von Hipper, tenían como objetivo impedir el abastecimiento británico desde Noruega. La batalla comenzó el 31 de mayo, y fue el mayor combate naval registrado durante la guerra. No hubo un total ganador, ya que la Marina Real Británica, bajo mando de los almirantes John Jellicoe y David Beatty, perdió más hombres y naves, pero los alemanes no pudieron romper el bloqueo y tuvieron más buques dañados.]
Además la guerra en el mar se disputó en otros escenarios. En el Atlántico la actividad alemana se caracterizó por la guerra submarina. En el Mediterráneo, las flotas aliadas (británica, francesa e italiana) se enfrentaron a la Armada Austro-Húngara en el Adriático, siendo el mayor enfrentamiento la batalla del canal de Otranto en 1917;[ y a la Armada Otomana durante la campaña de los Dardanelos. En el Océano Pacífico se enfrentaron el Escuadrón Alemán del Lejano Oriente, comandado por el almirante Graf von Spee, con el 4° Escuadrón de la Real Marina Británica, la Real Marina Australiana y algunas unidades de la Marina Imperial Rusa y de la Armada Francesa. Las principales batallas de este teatro de operaciones fueron la batalla de Coronel y la batalla de las Malvinas.
El epílogo a la contienda naval, lo puso el hundimiento de la flota alemana bajo el mando de Ludwig von Reuter por sus propios tripulantes mientras se encontraba internada en Scapa Flow, para evitar que la Flota de Alta Mar fuera repartida entre los aliados.


Telegrama Zimmermann

El 16 de enero de 1917, el ministro alemán del Exterior, Arthur Zimmermann, envió un telegrama al embajador en México, Heinrich von Eckardt, con indicaciones precisas para convencer al presidente Venustiano Carranza, de que México entrase a la guerra del lado de los Imperios Centrales. A cambio, el telegrama prometía a México la restitución de los territorios anexionados por Estados Unidos en la guerra de 1847-1848 por el Tratado de Guadalupe-Hidalgo. Dicho telegrama también sugería que el presidente Carranza se comunicase con Tokio para llegar a un acuerdo que hiciera que el Imperio japonés se pasase a lado alemán. El telegrama fue interceptado por fuerzas de inteligencia británicas, lo que provocó la entrada de Estados Unidos a la guerra. Carranza no aceptó la oferta, puesto que México estaba inmerso en la Revolución mexicana y no se encontraba en condiciones económicas adecuadas. Además, el mandatario se encontraba preocupado por la Expedición Punitiva estadounidense. México no sólo no entró a la guerra, sino que envió a Francisco León de la Barra como alto comisionado mexicano de la Paz

1917: el giro de la guerra
Soldados de Estados Unidos durante la batalla de St. Mihiel, en Francia.
Véase también: Revolución rusa de 1917.
En 1917, el Estado Mayor alemán tomó la decisión de aguantar a los Aliados en el Oeste y hundir de una vez a las desalentadas tropas zaristas, luego de la victoria táctica de los británicos en Arras. Los franceses, tras el fracaso total de su ofensiva de Chemin des Dames, no son capaces de lanzar ninguna otra ofensiva, limitándose a resistir. El 7 de junio los británicos lanzan una ofensiva en Flandes, sin embargo, no consiguen romper el frente. El conflicto se estanca y el desaliento cunde en la retaguardia. La población civil padece restricciones, sobre todo en Alemania, bloqueada por los aliados.
En abril de 1917 los Estados Unidos le declararon la guerra a los imperios centrales, lo que le dio a la contienda el carácter mundial. No obstante, sus efectos no se sentirían sino hasta 1918. El hecho que motivó el ingreso de Estados Unidos en la guerra, fue el hundimiento del Lusitania (hundido el 7 de mayo de 1915), donde murieron 123 estadounidenses, por un submarino alemán. Este hecho provocó una viva reacción en Estados Unidos, que se preparó para entrar oficialmente en guerra al lado de los aliados.
En febrero de 1917 en Rusia estalla la Revolución Rusa, la cual obligó a abdicar al Zar Nicolás II, quedando el país bajo el mando de Aleksandr Kérenski, quien continuó en guerra contra Alemania. Sin embargo en octubre estallaría la revolución bolchevique, que depuso al gobierno de Kérenski. Este clima de inestabilidad permitió a los alemanes avanzar considerablemente en Rusia.

Tropas revolucionarias en marzo de 1917.
Los bolcheviques tomaron el control total y firmaron el armisticio con los imperios centrales en el mes de diciembre, después de la Paz de Brest-Litovsk (negociada por León Trotsky) en marzo de 1918. Para obtener esta paz consintieron enormes sacrificios económicos y territoriales. Además, Alemania ocupó Polonia, Ucrania, Finlandia, los países bálticos y parte de Bielorrusia. El Reich aprovechó esta victoria para enviar casi todo su ejército oriental al frente occidental e intentar obtener una victoria rápida antes de la llegada masiva de los estadounidenses. Era su baza definitiva, ya que Austria-Hungría, Bulgaria y el Imperio Otomano daban muestras de desaliento ante las mayores reservas financieras y de hombres de los Aliados.
Finalmente el 17 de julio de 1918 el Zar Nicolás II fue asesinado con toda su familia en Ekaterimburgo, por temor a que el avance de la Legión Checoslovaca hacia la ciudad, pudiera liberar al Zar. La revolución rusa, en particular luego del tratado de Brest-Litovsk, dio paso a una guerra civil, que se extendió hasta 1923, provocada por el levantamiento de grupos anti bolcheviques dentro y fuera de Rusia, que se organizaron para actuar contra el nuevo régimen

Fin de la guerra
Cementerio cerca de Verdún. El monumento al fondo contiene restos sin identificar de miles de soldados alemanes y franceses.
Reforzados por las tropas provenientes del frente este, los alemanes ponen todas sus fuerzas en su última ofensiva, nombrada por el General de Infantería Erich Ludendorff como Kaiserschlacht (nombre clave Michael), a partir de marzo de 1918, sobre el río Somme, en Flandes y en Champagne. Esta comenzó el 21 de marzo y se extendió hasta el 5 de abril, aunque con el final de esta los alemanes continuaron con una serie de cuatro ofensivas hasta el 17 de junio. Pero, mal alimentadas y cansadas, las tropas alemanas no pudieron resistir la contraofensiva de Foch y fallan frente al objetivo final: París, quedando a 120 km de la capital gala. El General Foch comanda sus tropas francesas y estadounidenses hacia la victoria, en la segunda batalla del Marne. Los primeros tanques británicos entraron en combate y la superioridad aérea aliada era evidente.
Es el principio del fin para los Imperios Centrales. En los Balcanes, las tropas francesas atacan las líneas búlgaras en Macedonia. Después de pocos días de lucha, Bulgaria comprende que no puede hacerles frente y pide el armisticio. El Imperio otomano está al límite de sus fuerzas y no puede contener a los británicos que han tomado ya Jerusalén y Bagdad y avanzan hacia Anatolia; la derrota búlgara no hace sino empeorar las cosas. Franceses y británicos ocupan el Oriente Próximo e Irak y el Imperio Otomano también se rinde.
El duelo entre italianos y austríacos está asimismo por resolverse. El General Díaz se ve presionado por su gobierno, que necesita de una victoria en el frente alpino para poder negociar. Los italianos derrotan a Austria-Hungría en Vittorio Veneto. Este hecho se suma al descalabro del ejército imperial en los Balcanes, y la monarquía de los Habsburgo se hunde.
El Reich está en una situación desesperada: se ha quedado sin aliados, su población civil sufre draconianas restricciones, su ejército está al límite, sin reservas y desmoralizado. Ludendorff y Hindenburg son partidarios de la capitulación inmediata, pues creen que el frente se derrumbará en cualquier momento. En efecto, tropas estadounidenses de repuesto no paran de desembarcar e incluso Italia se prepara para enviar un contingente a Francia. El 8 de agosto un ataque aliado cerca de Amiens tiene éxito y rompe el frente alemán; los aliados penetran en Bélgica. El Alto Mando pide al brazo político iniciar inmediatamente negociaciones de paz. Cunde la convicción de que la guerra está perdida. Wilson proclama que Estados Unidos sólo negociará con un gobierno alemán democrático. Los Hohenzollern tienen los días contados. Tras una revolución obrera en Berlín, el Káiser huye a Holanda. El gobierno de la nueva República alemana firma el armisticio de Compiègne el 11 de noviembre de 1918. La guerra termina con la victoria de los Aliados.

Tratados de paz
Tras el conflicto, se firmaron varios tratados de paz por separado entre cada uno de los vencidos y todos los vencedores, con excepción de Rusia, que había abandonado la guerra en 1917. Al conjunto de estos tratados se le conoce como La Paz de París (1919-1920).
Versalles: Firmado el 28 de junio de 1919 entre los aliados y Alemania. El antiguo territorio del Imperio alemán fue cortado en dos por el Corredor polaco, desmilitarizado, confiscadas sus colonias, supervisado, condenado a pagar enormes compensaciones —que terminó de satisfacer casi un siglo después, en 2010[10] y tratado como responsable del conflicto. Este tratado produjo gran amargura entre los alemanes y fue la semilla inicial para el próximo conflicto mundial. Con este tratado también fue creada la Sociedad de Naciones.
Saint-Germain-en-Laye: Firmado el 10 de septiembre de 1919 entre los aliados y Austria-Hungría. En este tratado se establecía el desmembramiento de la antigua monarquía de los Habsburgo, el Imperio Austrohúngaro, y Austria quedó limitada a algunas zonas en las que se hablaba solamente el alemán.
Sèvres: Firmado el 10 de agosto de 1920 entre el Imperio Otomano y los aliados (a excepción de Rusia y Estados Unidos). El Tratado dejaba a los otomanos sin la mayor parte de sus antiguas posesiones, limitando sus territorios a Constantinopla y parte de Asia Menor.
Trianon: Acuerdo impuesto a Hungría el 4 de junio de 1920 por los aliados, en el que se dictaminó la entrega de territorios a Checoslovaquia, Rumania y Yugoslavia.
Neuilly: Firmado el 27 de noviembre de 1919 en Neuilly-sur-Seine (Francia) entre Bulgaria y las potencias vencedoras. De acuerdo con lo estipulado en el tratado, Bulgaria reconocía el nuevo Reino de Yugoslavia, pagaba 400 millones de dólares en concepto de indemnización y reducía su ejército a 20.000 efectivos. Además, perdía una franja de terreno occidental en favor de Yugoslavia y cedía Tracia occidental a Grecia, por lo que quedaba sin acceso al Mar Egeo.

Aspectos económicos
La primera guerra mundial fue la primera que exigió a los gobiernos intervenir en la economía para lograr resolver cuestiones de envergadura relacionadas con la disponibilidad de los factores de producción y la necesidad de distribuirlos en un escenario caracterizado por deudas crecientes y diversificadas y por restricciones a la importación.
Producción: El accionar del Estado en relación a los procesos productivos se limitó al control de los mismos sin afectar los principios de la libre empresa. El principal problema para la producción fue el factor trabajo ya que la mano de obra estaba en reclutamiento. En consecuencia, las potencias en guerra recurrieron al trabajo femenino. En el sector agrario se incentivó la producción por todos los medios. Por ejemplo, Alemania obligó a cultivar las tierras comunales e Inglaterra estableció multas al terreno baldío. La producción industrial también experimentó un importante crecimiento sobre todo la industria metalúrgica para la fabricación de armamento y la textil para la confección de uniformes.
Distribución e intercambios: Los problemas de distribución de materias primas y alimentos se fueron agudizando a medida que transcurría la guerra. Los bloqueos comerciales por parte de ambos bandos obligaron a cambiar las rutas de comercio con un correspondiente aumento de los fletas. A su vez, una economía de guerra obligó a las autoridades a fijar cupos de importación, fijar precios y crear organismos de distribución de alimentos. Hasta Inglaterra, quien había mantenido el libre comercio durante la crisis de 1873, debió realizar medidas proteccionistas como derechos arancelarios. Por otro lado, los problemas de transporte interno fueron serios, por ejemplo, el Estado alemán subordinó a las empresas ferroviarias para organizar la circulación.
Financiamiento: El conflicto armado significó para los Estados involucrados en él un aumento del gasto público lo que provocaba inflación. Las posibilidades de financiamiento de la guerra eran tres: emitir moneda, recaudar más impuestos y a través de empréstitos internos. Una cuarta opción era la financiación externa en el caso de Gran Bretaña y sus aliados. Alemania tenía la idea de que al final de una guerra victoriosa, los vencidos pagarían los costos. Por eso, en su mayoría, recurrió a empréstitos internos para financiarse. Francia compartía la misma noción de Alemania y pensaba que los vencidos pagarían los costos de guerra. Recurrió en gran medida al crédito exterior, emisión de bonos y empréstitos de guerra. Inglaterra por su parte, logró la autorización para emitir moneda de los límites establecidos por ley; aunque la mayor financiación la obtuvo a partir de reformas impositivas. Con respecto a la financiación exterior, Gran Bretaña inicialmente era el banquero de sus aliados debido a su posición privilegiada. A medida que avanzó el conflicto, encontró cada vez más dificultades para desempeñar ese papel por lo que empezó a recibir dinero de Estados Unidos. En consecuencia, el papel de gran acreedor pasó en manos de EE.UU.
Empresas: Las empresas beneficiadas con la guerra fueron una serie de nuevas industrias que proveían bienes y servicios al ejército. El crecimiento de la demanda bélica favoreció a su vez el perfeccionamiento de las técnicas de organización científica del trabajo, concentrándose el fenómeno de estandarización. A partir de ella, la fabricación de un gran número de artículos se redujo a un corto número de tipos normalizados para ser producidos en serie. Por otro lado, la guerra modificó de manera profunda las relaciones entre gobierno, ciencia e industria. El Estado asumió la responsabilidad directa en la orientación de la actividad científica y la aplicación de esta en la industria. La guerra constituyó una etapa más en el proceso de concentración económica. La posición privilegiada que ostentaban las grandes empresas ya antes del conflicto les permitió ser beneficiarias preferenciales de los contratos estatales destinados al aprovisionamiento de las tropas, así también como créditos más baratos.
El resto del mundo: La guerra fue un importante factor en la expansión económica de algunos países situados fuera del escenario principal de los acontecimientos. Se abrieron perspectivas de exportación para cubrir una demanda distorsionada que permitía vender a precios altos, alimentos, materias primas, y productos industriales. Estados Unidos, al ser el único país industrializado fuera de Europa, abasteció la demanda de los que peleaban, de los países que antes compraban a Europa y de sus propias necesidades desde que entró en guerra en 1917. En América Latina, la guerra favoreció la expansión de la exportación de materias primas y alimentos que constituían la base de su participación en el mercado mundial. Por otro lado, el vacío generado por el retiro de capitales británicos en la región, permitió la posición de capitales privados estadounidenses. Japón, si bien estaba en guerra, su participación fue escasa, por lo que la actividad económica apenas se vio afectada. La base de la expansión japonesa fue la exportación de productos industriales hacia los mercados asiáticos abandonados por los europeos.
Consecuencias[editar · editar código]
Lucharon 65,8 millones de soldados, de los que murieron más de 1 de cada 8, un promedio de 6.046 hombres muertos cada día en los cuatro años que duró la guerra.[11] A consecuencia de esta guerra cayeron cuatro imperios -el alemán, el austrohúngaro, el ruso y el otomano- y tres grandes dinastías, los Hohenzollern, los Habsburgo y los Romanov. Confirmaba el final del Absolutismo Monárquico en Europa. Se calcula que la guerra produjo aproximadamente ocho millones de muertos y seis millones de inválidos. Francia fue el país más afectado proporcionalmente: 1,4 millones de muertos y desaparecidos, equivalentes a un 10% de la población activa masculina, acompañado por un déficit de nacimientos. El estancamiento demográfico francés se prolongó, con un envejecimiento de la población que sólo logró crecer con la inmigración. El norte francés estaba en ruinas: casas, puentes, vías férreas, fábricas, etc.
En el plano político, cuatro imperios autoritarios se derrumbaron, lo que transformó profundamente el mapa de Europa, rediseñado por el tratado de paz de 1919:
Nuevo equilibrio político mundial. Aunque las colonias suministraron víveres, materias primas y combatientes a sus metrópolis, tras la guerra los pueblos coloniales empezaron a cuestionar sus lazos con la metrópoli y reclamaron una mejora de su situación. Esto, sumado al progreso del nacionalismo en el seno de las colonias, constituirían el proceso de descolonización que iniciaría tras la Guerra y que concluiría con la independencia de varios Estados actuales, luego de la Segunda Guerra Mundial. A este primer declive de la influencia de Europa en las colonias, se sumó la expansión de Estados Unidos, el mayor beneficiado de la guerra junto con Japón, que reconsideraría su aislamiento de los asuntos mundiales, y que junto con el Imperio Japonés tendrían un lugar destacado en la escena internacional.
Transformación social. Las diferencias sociales se acentuaron con el enriquecimiento de los mercaderes de armas y el empobrecimiento de los pequeños ahorradores, los retirados y los asalariados afectados por la inflación. Las mujeres adquirieron un nuevo lugar en la sociedad y se volvieron indispensables durante toda la guerra, en el campo, las fábricas, las oficinas, las escuelas (para compensar la marcha de numerosos profesores). El feminismo progresaba, el derecho a voto fue acordado en Gran Bretaña, Alemania, Estados Unidos, Turquía y Rusia, pero no en Francia. Los cambios sociales estarán estrechamente ligados a la lucha política que emprenderán el Liberalismo, el Comunismo, y el Fascismo a lo largo del siglo XX.

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Tanque de la Primera Guerra Mundial.
Consecuencias tecnológicas. La contienda reveló la maquinaria de terror paradójicamente surgida de los avances y progreso de la ciencia y la tecnología. El intenso desarrollo de los instrumentos y técnicas de guerra (vgr. Fusiles de repetición, ametralladoras, gases venenosos dando origen a la guerra biológica y química, vehículos de combate, dirigibles, primeros aviones de guerra, y acorazados de acero) modificarían la ciencia militar cuyas prácticas datan de varios siglos atrás de conflictos humanos. La artillería multiplicó los calibres, aumentó el alcance y mejoró los métodos de corrección. El transporte motorizado se generalizó y volvió obsoleta la artillería impulsada por personas o animales de tiro; el caballo dejó de ser útil como instrumento militar. Igualmente supuso cambios en la estrategia militar donde en adelante sería necesario el sigilo y el escondite de las tropas para poder combatir, modificando la vestimenta de los soldados con tal fin.
También se revelaría el grave daño que padecería la población civil producto de los bombardeos a las ciudades y otros daños colaterales; la población civil y no beligerante se transformarías en nuevas víctimas visibles y objetivos militares de la nueva forma de hacer la guerra que reveló la Primera Guerra Mundial, producto de la masificación de los ataques no convencionales por un armamento mucho más destructivo y de mayor alcance.
Consecuencias políticas en Alemania. Los cinco tratados tras la guerra, principalmente el suscrito en Versalles, ocasionaron un ambiente de opresión hacia los vencidos. La nueva Alemania republicana sufrió las consecuencias del Imperio Alemán y su economía fue explotada por los vencedores. Así surgieron tesis tanto izquierdistas como derechistas para acabar con esta situación. Los golpes contra el sistema comenzaron cuando, en 1921, milicias comunistas se levantaron en Múnich. La revuelta fue sofocada. Adolf Hitler culpaba a los marxistas alemanes de la rendición alemana, alegando como pruebas la constitución progresista de Weimar y el armisticio a continuación. Cuando Hitler aún seguía en las trincheras, los militares alemanes convencían a la población civil de que la guerra podía ser ganada, mientras que confesaban a los políticos que la rendición era ineludible. Pero Hitler sostuvo esta tesis en el Partido Nacional Socialista Alemán de los Trabajadores y, con ella, dirigió el denominado Putsch de Múnich de 1923 contra la sede del gobierno. El golpe militar fue aplastado y Hitler recluido en prisión durante ocho meses. Sin embargo, el 30 de enero de 1933 Hitler fue nombrado canciller por el presidente Paul von Hindenburg, y el 5 de marzo de 1933 obtuvo el 43,91% de los votos en las elecciones, con lo que obtuvo la mayoría del Reichtag.
Testimonios, literatura y filmografía[editar · editar código]
En sus Memorias de mi vida el mariscal Paul von Hindenburg considera que Alemania no perdió la guerra por causas militares. En 2001 se publicó la biografía de Mata Hari de Russell Warren Howe. Roger Vercel publicó una famosa serie de novelas sobre el Capitán Conan que dio lugar a la película homónima de Bertrand Tavernier; también fue llevada al cine El pabellón de los oficiales de Marc Dugail por François Dupeyron. Han tratado el tema Derek Robinson, Alexander Fullerton y Anne Perry. Jan Morris elaboró una biografía del almirante Fisher, Peter Kilduff una nueva del Barón Rojo; hay ensayos sobre la guerra aérea (Aces falling, de Peter Hart, o On a wing and a prayer de Joshua Levine. En Tolkien and the Great War (Harper Collins, 2003) se rastrea en las imágenes que vio el autor en las trincheras los paisajes desolados de Mordor (la salvación de Minas Tirith por un ejército de muertos la habría inspirado un texto de Siegfried Sassoon).
Muchos poetas ingleses escribieron sobre esta traumática experiencia. Her Privates We, de Frederic Manning, fue aplaudida por Hemingway, T. S. Eliot y T. E. Lawrence. La marcha Radetzky, de Joseph Roth, retrata el fin del imperio austrohúngaro; satírica es la visión del clásico checo Las aventuras del buen soldado Svejk, de Jaroslav Hašek. Son clásicos del pacifismo Sin novedad en el frente, de Erich María Remarque y Johnny cogió su fusil, de Dalton Trumbo; también es clásica Adiós a las armas, de Hemingway y El final del desfile de Ford Madox Ford.
Otros grandes clásicos imprescindibles del conflicto son Adiós a todo eso, memorias de Robert Graves (Muchnik, 2000); Los Siete Pilares de la Sabiduría de T. H. Lawrence, Tempestades de acero, de Ernst Jünger y El miedo, de Gabriel Chevallier (1895-1969).
En el cine destacan Senderos de gloria, de Stanley Kubrick, basada en una novela de Humphrey Cobb inspirada en hechos reales; La gran ilusión, de Jean Renoir; Sargento York, de Howard Hawks; Sin novedad en el frente en su varias versiones; Rey y patria, de Joseph Losey; El gran desfile, de King Vidor; Gallipoli, de Peter Weir; Capitán Conan, El pabellón de los oficiales y Lawrence de Arabia. La última película realizada sería Caballo de batalla (War Horse) de Steven Spielberg, basada en la novela homónima de Michael Morpugo. En cuanto a filmes sobre aviación, están desde Alas o Águilas azules y Fly boys (2006).

La Primera Guerra Mundial fue un acontecimiento bélico internacional que, iniciado en Europa en agosto de 1914, no sólo llegó a convertirse en una "guerra total" sino que trascendió al ámbito mundial cuando intervinieron en ese conflicto naciones situadas en otros continentes. Por primera ocasión en la historia de la humanidad, una lucha armada incluía países muy alejados geográficamente; además su evolución y desenlace dejaron una secuela de cambios trascendentales que afectaron al mundo entero. Sin embargo, hasta antes de 1945 este fenómeno histórico fue conocido como la "Gran Guerra" y no sería hasta después de ocurrida la Segunda Guerra Mundial cuando se hizo necesaria la distinción numérica secuencial entre ambos conflictos. Por su magnitud y consecuencias, la Primera Guerra Mundial constituye una profunda brecha que separa el siglo XX de todo lo que le precedió, no obstante que sus orígenes se encuentran, por supuesto, en los hechos del pasado inmediato

Introducción:  La formación de alianzas
El dominio sobre las áreas coloniales provocó conflictos entre las potencias que se resolvían a través de acuerdos diplomáticos, o bien de guerras que se mantenían dentro de un mareo estrictamente local. Además, las alianzas que se formaban duraban poco y los países cambiaban de bando frecuentemente, según las circunstancias.
Sin embargo, las reglas de juego de la diplomacia internacional fueron variando poco a poco. A medida que crecían las necesidades de expansión de las grandes potencias industriales, las confrontaciones se fueron haciendo incontrolables. Por un lado, era difícil resolver los conflictos en un escenario que se había ampliado. Los enfrentamientos ya no sólo podían presentarse en Europa sino también en África, China o el Medio Oriente. Además, había nuevos competidores y eran muy agresivos. Estados Unidos y Japón se habían convertido en grandes potencias que se disputaban el dominio del área del Pacífico. Alemania aparecía pujante y poderosa, pero insatisfecha por haber llegado tarde al reparto colonial. Sus intereses expansionistas en China y África del Sur chocaban con el dominio que los ingleses habían establecido en esas zonas. Justamente, las posiciones irreconciliables entre Alemania e Inglaterra fueron las que generaron un sistema de alianzas permanentes que puso en peligro la paz mundial. Por un lado, se formó la Triple Alianza, que en realidad fue sólo una alianza entre Alemania y Austria-Hungría, pues Italia, el tercer integrante, no tardó en apartarse. Por otro, Francia, el Imperio ruso y Gran Bretaña se unieron en la Triple Entente.
La política interna y los nacionalismos
La situación fue tomándose aún más explosiva a raíz de los conflictos internos que atravesaban muchas de las grandes potencias. Rusia estaba amenazada por una revolución social, el Imperio austro-húngaro se desgarraba en luchas entre nacionalidades que ya no podían ser controladas por el gobierno; en el Estado alemán los enfrentamientos políticos paralizaban la política exterior. Los gobiernos parlamentarios, como los de Gran Bretaña y Francia, debían hacer frente a los reclamos de los trabajadores y los sectores medios que demandaban mayores derechos políticos y mejores condiciones de vida.
Muchos gobiernos trataron de resolver estas crisis sociales y políticas llamando a todos los sectores a dejar de lado sus diferencias y a unirse detrás de los superiores intereses nacionales. Fomentaron un sentimiento patriótico
La escuela y el servicio militar obligatorio les sirvieron para estimular los sentimientos nacionalistas a través de ceremonias diarias, como el izamiento de la bandera. Con el mismo objetivo se establecieron nuevas fiestas nacionales, como la que conmemora la Revolución Francesa, recordada los 14 de julio en Francia.
La prensa también jugó un papel importante en todo este proceso exagerando las cualidades de la nación y ridiculizando o disminuyendo las de los pueblos extranjeros.
Pero había otro nacionalismo, el de los pueblos dominados por naciones extranjeras y que luchaban por su autonomía. Tal el caso de los Balcanes, considerado el polvorín de Europa.
La mayor parte del territorio de los Balcanes estaba dominada por los imperios turco y austro-húngaro. A principios del siglo XX, los Balcanes constituían una de las zonas más explosivas de Europa. En ella chocaban distintos intereses. Los serbios querían construir un Estado yugoslavo que reuniera a todos los eslavos de la región. Para ello, debían apropiarse de territorios que estaban en poder de los imperios austro-húngaro y turco. El imperio ruso, alejado del Extremo Oriente tras su derrota ante los japoneses en 1901. 1905, estaba interesado en extender sus dominios hasta el Mediterráneo. Para lograrlo, prometió su ayuda a los serbios.
Alemania, Francia e Inglaterra deseaban apropiarse del territorio que en la zona ocupaba el imperio turco para dominar un punto estratégico: el estrecho de los Dardanelos, puerta esencial para la comunicación entre el Mediterráneo y Asia central.
En los Balcanes confluían todos los odios, las rivalidades y las insatisfacciones que se habían ido acumulando durante las últimas décadas. Era por lo tanto previsible que una crisis en la región pudiera provocar el estallido de una guerra generalizada. El acontecimiento fatal tuvo lugar en Sarajevo, el 28 de junio de 1914.
Francisco Femando, heredero del trono de Austria-Hungría, y su esposa fueron asesinados por un estudiante nacionalista serbio. Austria-Hungría quiso aprovechar el atentado para aniquilar a Serbia y le declaró la guerra. Rusia respondió movilizando sus tropas en defensa de los serbios. Inmediatamente el sistema le alianzas —la Triple Entente y la Triple Alianza— se puso en funcionamiento. El 5 de agosto de 1914 comenzaba la Primera Guerra Mundial.
Una vez declarada la guerra, una oleada de patriotismo se extendió por todos los países involucrados. En Berlín, París y Londres, los hombres acudieron fervorosos para matar o morir defendiendo la bandera de su nación. Pensaban regresar para Navidad con el orgullo de la victoria conseguida. Pero muchos no volvieron. Los que regresaron, después de cuatro largos años de penurias, enfermedades y muerte, quedaron para siempre marcados por los recuerdos de una experiencia terrible.
QUE FUE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL:
El 3 de agosto de 1914 era ya un hecho la primera guerra mundial, el ministro británico de asuntos exteriores Edward Grey se hallaba frente a su ventana de su despacho y veía sobre Londres el crepúsculo, entonces pronunció unas palabras que se han hecho famosa: "En toda Europa se apagan ahora las luces: puede suceder que jamás volvamos a verlas encendidas".
Su predicción se cumplió, la guerra que entonces empezaba significó la muerte de la vieja Europa, el final de los viejos tiempos el desmoronamiento definitivo de una concepción del mundo. Esta guerra, que tendría que haber puesto fin a las guerras, dio origen a nuevos enfrentamientos, a nuevas guerras. El conflicto fue provocado en Sarajevo, el 28 de junio de 1914 cuando el heredero del trono austro-húngaro, el archiduque Francisco Fernando cayó víctima de un terrorista servio. Pero como es natural, las causas de la guerra eran más profundas, consistían fundamentalmente en 3 antagonismos:
1.- Entre Alemania y Francia, en forma de una enemistad reactivada por la derrota francesa de 1871, y la pérdida de Alsacia-Lorena.
2.- Entre Alemania e Inglaterra, competencia en el terreno de la industria de la política colonial y del rearme maruno.
3.- Entre Austria-Hungría y Rusia, por el dominio de los Balcanes.
El conflicto militar que comenzó como un enfrentamiento localizado en el Imperio Austro-Húngaro y Serbia el 28 de julio de 1914; se transformó en un enfrentamiento armado a escala europea cuando la declaración de guerra austro-húngara se extendió a Rusia el 1 de agosto de 1914; Finalmente, pasó a ser una guerra mundial en la que participaron 32 naciones. Veintiocho de ellas, denominadas aliadas o potencias asociadas y entre las que se encontraban Gran Bretaña, Francia, Rusia, Italia y Estados Unidos, lucharon contra la coalición de los llamados Imperios Centrales, integrada por Alemania, Austria-Hungría, Imperio Otomano y Bulgaria.

La causa inmediata del inicio de las hostilidades entre Austria-Hungría y Serbia fue el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Habsburgo, heredero del trono austro-húngaro, cometido en Sarajevo el 28 de junio de 1914 por Gavrilo Princip, un nacionalista serbio.
No obstante, las causas profundas del conflicto remiten a la historia europea del siglo XIX, concretamente a las tendencias económicas y políticas que imperaron en Europa desde 1871, año en el que fue fundado el II Imperio Alemán, y este Estado emergió como una gran potencia.
Entre 1914 y 1918 se desarrolló en Europa la mayor conflagración hasta entonces conocida. Motivada por conflictos imperialistas entre las potencias europeas, la "gran guerra", como se denominó originalmente a la primera guerra mundial, implicó a toda la población de los estados contendientes, así como a la de sus colonias respectivas.
Se puede decir entonces que el origen de la primera contienda mundial debe buscarse en la existencia de dos grandes bloques antagónicos: la Triple Alianza (Alemania, Imperio austro-húngaro e Italia) y la Triple Entente (Francia, Gran Bretaña y Rusia), aunque su causa inmediata fue el asesinato en Sarajevo del archiduque Francisco Fernando de Austria el 28 de junio de 1914. Viena, que consideraba con recelo el engrandecimiento de Servia, se apresuró a culparla del magnicidio y exigió satisfacciones como preámbulo de su declaración de guerra el 28 de julio. Rusia, erigida en campeona de los países eslavos frente a Austria, proclamó la movilización general, mientras Alemania, que había dado seguridades a su aliada para una ayuda total en caso de conflicto con Rusia, envió un ultimátum a este país, y otro a Francia como advertencia y más tarde la declaración de guerra a ambos países.
Por su parte, Inglaterra, que vacilaba en comprometerse con sus aliados, reaccionó al exigir Alemania a Bélgica paso libre para sus tropas.
EL PLAN SCHLIEFFEN
Los alemanes contaban con deshacerse enseguida de Francia y dirigir luego sus golpes contra Rusia. Su confianza se basaba en el Plan Schlieffen para rodear el poderoso sistema francés de fortificaciones. El plan preveía que el ala derecha, que concentraba el grueso de las fuerzas alemanas, efectuara un avance arrollador a través de Bélgica, mientras el ala izquierda, mucho menos potente, incitaría al enemigo al ataque. Al pasar los franceses a la ofensiva contra el ala izquierda, harían funcionar el dispositivo como una puerta giratoria: cuanto más presionara, con tanta mayor violencia giraría el ala derecha a la zaga. Sin embargo, el plan fracasó, los frentes llegaron a estabilizarse y las trincheras se extendieron desde la frontera suiza hasta el canal de la Mancha. En febrero de 1916, el alemán Falkenhayn desencadenó un violento ataque contra Verdún, que ocasionó una verdadera carnicería en ambos ejércitos y no se tradujo en éxito alguno para los atacantes.
FRENTE ORIENTAL E INTERVENCIÓN ESTADOUNIDENSE.
Entretanto, en el otro extremo de Europa se iba despejando la incógnita. A despecho de la pérdida de Galitzia por los austríacos, del revés alemán en Gummbinnen (agosto 1914) y del avance ruso por Prusia Oriental, Hindenburg y su jefe de Estado Mayor, Erich Ludendorff (foto) , lograron aplastar a las fuerzas del zar en Tannenberg (26-30 agosto). En 1917 Berlín reanudó la guerra submarina total, lo que acarrearía la entrada de Estados Unidos en la contienda (6 abril 1917).
Los alemanes desencadenaron el 21 de marzo de 1918 una serie de embestidas que rompieron varias veces el frente aliado en San Quintín, Lys y el Aisne; pero, pese a tan brillantes resultados, se produjo el agotamiento de las energías germanas. El 3 de octubre, el príncipe Max de Baden, canciller del Reich, pedía a Wilson un armisticio inmediato. El 29 capitulaba Austria y el 31 Turquía, mientras Alemania firmaría la paz y su derrota en Versalles (28 julio 1919).
En el transcurso de la I Guerra Mundial fueron famosas, por su encarnizamiento y su valor estratégico, las batallas de: Arrás, Artois, Cambrai, Caporetto, Jutlandia, Marne, Somme, Tannenberg, Verdún e Yprès.
Fueron muchos los enfrentamientos que se dieron en el transcurso de los cuatro años que duró la primera guerra mundial, un desarrollo cronológico de la misma podrá observarse en anexos.
ANTECEDENTES DE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL
Fueron varias los enfrentamientos que sirvieron de preludio a la primera guerra mundial, entre ellos se pueden mencionar:
1.-La guerra franco-prusiana:
En 1870 Francia fue vencida por el ejército prusiano, disciplinado y bien armado, mandado por Moltke. Se completó la unidad de Alemania y los príncipes de muchos Estados reconocieron como emperador a Guillermo. La derrota y las pérdidas territoriales colocaron a Francia en situación tirante con Alemania.
2.-La liga de los tres emperadores:
La máxima ambición del canciller de hierro alemán Bismarck, era mantener aislada a Francia. Se vio realizada en 1873 mediante la Liga de los Tres Emperadores: el de Alemania, el estado más fuerte del continente.
3.- La Triple Alianza:
En los Balcanes, el enfrentamiento de los intereses rusos y austríacos condujo en 1878 a la disolución de la Liga de los Tres Emperadores. En 1879 la alianza entre Alemania y Austria-Hungría se hizo más fuerte y en 1882 se amplió con Italia. En 1887 Alemania y Rusia firmaron un tratado mediante el cual estrecharon sus relaciones.
4.- La Triple Entente:
El nuevo emperador de Alemania Guillermo II destituyó a Bismarck y no renovó el tratado con Rusia, lo que aprovechó Francia que estaba aislada para aliarse con Rusia en 1894. En 1904 se alió también con Inglaterra. Poco después se aliaron también Inglaterra y Rusia, con lo que en 1907 quedó terminada la Triple Entente. El cerco de Alemania era ya un hecho.
5.- Las primeras descargas:
El camino hacia la catástrofe de 1914 pasó por Marruecos y los Balcanes. En el Marruecos francés intentaron hacerse valer los intereses comerciales alemanes, la consecuencia entre otras, fue la crisis de Agadir de 1911. La debilidad de Turquía llevó a sus amigos a la ruina.
LAS DECLARACIONES DE GUERRA
Austria declaró la guerra a Serbia el 28 de julio, ya fuera porque creía que Rusia no llegaría a unirse a Serbia o porque estaba dispuesta a correr el riesgo de un conflicto europeo general con tal de poner fin al movimiento nacionalista serbio. Rusia respondió movilizándose contra Austria. Alemania advirtió a Rusia de que si persistía en su actitud le declararía la guerra, y consiguió que Austria accediera a discutir con Rusia una posible modificación del ultimátum enviado a los serbios.
No obstante, Alemania insistió en que los rusos retiraran sus tropas inmediatamente. Rusia se negó a hacerlo y Alemania le declaró la guerra el 1 de agosto.
Los franceses comenzaron la movilización de sus fuerzas ese mismo día; las tropas alemanas cruzaron la frontera de Luxemburgo el 2 de agosto y Alemania declaró la guerra a Francia el 3 de agosto. El día anterior, el gobierno alemán había informado al gobierno belga de su intención de marchar sobre Francia cruzando Bélgica, a fin de evitar que los franceses utilizaran esta ruta para atacar Alemania. Las autoridades belgas se negaron a permitir el paso por su territorio de las tropas alemanas y recurrieron a los países firmantes del Tratado de 1839 —en el que se garantizaba la neutralidad de Bélgica en el caso de un conflicto en el que estuvieran implicados Gran Bretaña, Francia y Alemania— para que se cumpliera lo establecido en dicho acuerdo. Gran Bretaña, uno de los países signatarios del Tratado de 1839, envió un ultimátum a Alemania el 4 de agosto en el que se exigía que se respetara la neutralidad de Bélgica; Alemania rechazó la petición y el gobierno británico le declaró la guerra ese mismo día.
Italia permaneció neutral hasta el 23 de mayo de 1915, cuando rompió su pacto con la Triple Alianza para satisfacer sus aspiraciones territoriales y declaró la guerra a Austria-Hungría. La unidad de los aliados se fortaleció en septiembre de 1914 a través del Pacto de Londres, firmado por Francia, Gran Bretaña y Rusia. A medida que avanzaba la contienda, fueron sumándose al conflicto países como el Imperio otomano, Japón, Estados Unidos y otras naciones del continente americano. Japón, que había firmado una alianza con Gran Bretaña en 1902, declaró la guerra a Alemania el 23 de agosto de 1914, y el 6 de abril de 1917 lo hizo Estados Unidos.
CAUSAS DE LA I GUERRA MUNDIAL
La causa inmediata que provocó el estallido de la primera guerra mundial fue, como ya sé mencionó, el asesinato del archiduque de Austria-Hungría, Francisco Fernando, en Sarajevo Serbia, el 28 de Junio de 1914.
Los verdaderos factores que desencadenaron la I Guerra Mundial fueron el intenso espíritu nacionalista que se extendió por Europa a lo largo del siglo XIX y comienzos del XX, la rivalidad económica y política entre las distintas naciones y el proceso de militarización y de vertiginosa carrera armamentística que caracterizó a la sociedad internacional durante el último tercio del siglo XIX, a partir de la creación de dos sistemas de alianzas enfrentadas.
El nacionalismo
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La Revolución Francesa y las Guerras Napoleónicas habían difundido por la mayor parte del continente europeo el concepto de democracia, extendiéndose así la idea de que las poblaciones que compartían un origen étnico, una lengua y unos mismos ideales políticos tenían derecho a formar estados independientes. Sin embargo, el principio de la autodeterminación nacional fue totalmente ignorado por las fuerzas dinásticas y reaccionarias que decidieron el destino de los asuntos europeos en el Congreso de Viena (1815). Muchos de los pueblos que deseaban su autonomía quedaron sometidos a dinastías locales o a otras naciones. Por ejemplo, los estados alemanes, integrados en la Confederación Germánica, quedaron divididos en numerosos ducados, principados y reinos de acuerdo con los términos del Congreso de Viena; Italia también fue repartida en varias unidades políticas, algunas de las cuales estaban bajo control extranjero; los belgas flamencos y franceses de los Países Bajos austriacos quedaron supeditados al dominio holandés por decisión del Congreso.
Las revoluciones y los fuertes movimientos nacionalistas del siglo XIX consiguieron anular gran parte de las imposiciones reaccionarias acordadas en Viena. Bélgica obtuvo la independencia de los Países Bajos en 1830; la unificación de Italia fue culminada a cabo en 1861, y la de Alemania en 1871. Sin embargo, los conflictos nacionalistas seguían sin resolverse en otras áreas de Europa a comienzos del siglo XX, lo que provocó tensiones en las regiones implicadas y entre diversas naciones europeas. Una de las más importantes corrientes nacionalistas, el paneslavismo, desempeñó un papel fundamental en los acontecimientos que precedieron a la guerra.
El imperialismo:
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El espíritu nacionalista también se puso de manifiesto en el terreno económico. La Revolución Industrial, iniciada en Gran Bretaña a finales del siglo XVIII, en Francia a comienzos del XIX y en Alemania a partir de 1870, provocó un gran incremento de productos manufacturados, por lo que estos países se vieron obligados a buscar nuevos mercados en el exterior. El área en la que se desarrolló principalmente la política europea de expansión económica fue África, donde los respectivos intereses coloniales entraron en conflicto con cierta frecuencia. La rivalidad económica por el dominio del territorio africano entre Francia, Alemania y Gran Bretaña estuvo a punto, desde 1898 hasta 1914, de provocar una guerra en Europa en varias ocasiones.
La expansión militar:
Como consecuencia de estas tensiones, las naciones europeas adoptaron medidas tanto en política interior como exterior entre 1871 y 1914 que, a su vez, aumentaron el peligro de un conflicto; mantuvieron numerosos ejércitos permanentes, que ampliaban constantemente mediante reclutamientos realizados en tiempo de paz, y construyeron naves de mayor tamaño. Gran Bretaña, influida por el desarrollo de la Armada alemana, que se inició en 1900, y por el curso de la Guerra Ruso-Japonesa, modernizó su flota bajo la dirección del almirante sir John Fisher. El conflicto bélico que tuvo lugar entre Rusia y Japón había demostrado la eficacia del armamento naval de largo alcance. Los avances en otras áreas de la tecnología y organización militar estimularon la constitución de estados mayores capaces de elaborar planes de movilización y ataque muy precisos, integrados a menudo en programas que no podían anularse una vez iniciados.
Los dirigentes de todos los países tomaron conciencia de que los crecientes gastos de armamento desembocarían con el tiempo en quiebras nacionales o en una guerra; por este motivo, se intentó favorecer el desarme mundial en varias ocasiones, especialmente en las Conferencias de La Haya de 1899 y 1907. Sin embargo, la rivalidad internacional había llegado a tal punto que no fue posible alcanzar ningún acuerdo efectivo para decidir el desarme internacional.
De forma paralela al proceso armamentístico, los Estados europeos establecieron alianzas con otras potencias para no quedar aisladas en el caso de que estallara una guerra. Esta actitud generó un fenómeno que, en sí mismo, incrementó enormemente las posibilidades de un conflicto generalizado: el alineamiento de las grandes potencias europeas en dos alianzas militares hostiles, la Triple Alianza, formada por Alemania, Austria-Hungría e Italia, y la Triple Entente, integrada por Gran Bretaña, Francia y Rusia. Los propios cambios que se produjeron en el seno de estas asociaciones contribuyeron a crear una atmósfera de crisis latente, por la cual el periodo fue denominado 'Paz Armada'
Las causas de la Primera Guerra Mundial se pueden resumir de la forma siguiente:
·         Rivalidades territoriales y nacionalismos:
o   Alemania intenta borrar la cultura francesa en Alsacia y Lorena. Se forma la "Liga para la defensa de Alsacia y Lorena"
o   Caos en los Balcanes.
o   Fronteras entre Grecia y Albania.
o   Los alemanes arman al ejército turco en los estrechos. Los rusos ven muy mal esto.
Rivalidades económicas:
·         Alemania tenía un gran crecimiento.
·         Muchos países compraban productos alemanes.
·         La razón de su crecimiento es que ofrecen mejores créditos que Inglaterra lo que origina una mayor rivalidad.
Rivalidades psicológicas o político-diplomáticas:
·         Alemania tenía en 1913 850 mil hombres en pie de guerra.
·         Austria 160 mil hombres.
·         Francia aumenta el servicio militar.
·         Rusia dos millones de soldados, pero mal armados.
·         Inglaterra no tenía un ejército terrestre muy grande. Se aprovechaban de los soldados autóctonos de los ejércitos que colonizaban. Pero tenían un impresionante poder naval.
·         Todos los ejércitos suponen muchos gastos a los países. Los gobiernos tienen que ir engañando a su población, les dicen que la guerra está a punto, que hay que estar preparado. Hacen un llamamiento patriótico.
CARACTERÍSTICAS DE LA I GUERRA MUNDIAL
Los principales elementos que caracterizaron la I guerra mundial fueron:
Se creía que la guerra duraría unas semanas, pero duró cuatro años, tres meses y catorce días.
Fueron muchas las personas que participaron en esta guerra, por ejemplo Alemania contaba con 1.913.850 mil hombres en pié de guerra, aproximadamente. Austria con 160 mil hombres. Rusia con 2.000.000 de soldados. Inglaterra no contaba con un ejército terrestre grande, se aprovechaba de los soldados autóctonos de los ejércitos que colonizaban, pero contaba con un impresionante poder naval.
El 28 de junio de 1914 el príncipe heredero de Austria-Hungría y su esposa fueron asesinados, en su visita a Sarajevo capital de Bosnia, por un estudiante servio, Gavrilo Princip. Los promotores del atentado habían sido los nacionalistas servios. Austria-Hungría presenta a Servia UN ultimátum que no podía aceptarse. Estalló pues, la guerra en una semana, "la semana negra", del 28 de julio al 4 de agosto, todas las grandes potencias, menos Italia, se vieron arrastradas a ella.
La I Guerra Mundial se caracterizó por las grandes matanzas que hubo, por un incidente en los Balcanes surgió un devastador incencio mundial. En el oeste los frentes se fijaron en una inhumana guerra de trincheras. Las llanuras de Flandes fueron arrasadas por un inintrerrumpido fuego de artillería y se convirtieron en un infierno de fango, minas, alambradas y cortinas de gas. Ataque tras ataque se intentaba, por ambas partes, romper el frente del enemigo. Se produjeron cuantiosas pérdidas de vidas humanas.
Ya antes de la Primera Guerra Mundial había aparecido importantes armas por ejemplo, el fusil de repetición, las ametralladoras, etc.
Los ejércitos iniciaron la guerra con la idea básica de la supremacía de la ofensiva, que cambiaron a lo largo del desarrrollo de los acontecimientos. El empleo de la ametralladora terminó con la caballería, su eficacia en la defensa hizo fracasar los ataques masivos y originó el nacimiento de la sección y del pelotón. La guerra de trincheras introdujo el uso del mortero, el carro de combate dio inicio a la guerra acorazada, la artillería multiplicó calibres, aumentó alcances y mejoró métodos de corrección. En 1915 empezaron a emplearse gases asfixiantes con la toma de las ciudades belgas, se dio inicio a la guerra biológica y química, la fortificación de campaña se perfeccionó y favoreció el auge de la guerra de trincheras, el transporte motorizado se generalizó y la aviación de guerra libró batallas aéreas independientes.
Los ejércitos en ambos lados lucharon en trincheras, unas zanjas profundas que se cavaban para servir de protección para las tropas. Las condiciones eran espantosas; hubo inundaciones, lodo, ratas y cadáveres. Las trincheras de la línea de frente eran el blanco de fuego pesado; los hombres se salían de las trincheras para avanzar y atacar a las tropas enemigas.
El avión fue utilizado como arma de guerra, los primeras combates entre pilotos fueron con pistolas y con carabinas. En octubre de 1914, en la primera confrontación un avión francés atacó con fuego de ametralladora a un avión alemán, marcando así, la primera victoria aérea. El avión de bombardeo se creó después de iniciada la guerra. En 1917 los bombarderos alemanes atacaron Londres y otras ciudades inglesas, principalmente durante la noche. El uso de portaviones se inicia a finales de 1915, cuando el teniente Towler despega del crucero Vindex.
La I Guerra Mundial estimuló enormemente la fabricación de aeronaves, su uso con fines militares y el desarrollo de la guerra aérea; se construyeron dirigibles, globos y aviones. Éstos últimos se utilizaban principalmente para dos tipos de misiones: la observación y el bombardeo. La exploración de los frentes de batalla fijos se llevaba a cabo mediante pequeños globos con cuerdas; los dirigibles servían para realizar reconocimientos en el mar, y los aeroplanos, para sobrevolar las zonas costeras. Con respecto a las operaciones militares terrestres, los aeroplanos se empleaban para observar la disposición de las tropas y defensas del enemigo y bombardear sus líneas o a sus fuerzas cuando entraban en combate.
Desde mediados de 1915 se hicieron frecuentes los combates aéreos entre aviones o escuadrones enemigos. Los alemanes disfrutaron de la supremacía aérea en el frente occidental desde octubre de 1915 hasta julio de 1916, año en el que los británicos demostraron su superioridad. Entre los más importantes aviadores, cabe destacar al estadounidense Eddie Rickenbacker, al canadiense William Avery Bishop y al barón alemán Manfred von Richtofen.
En cuanto a la guerra marítima, a comienzos de la guerra, el grueso de la flota británica, la Gran Flota, contaba con veinte acorazados y numerosos cruceros y destructores; estaba ubicada en la base de Scapa Flow, situada en las islas Orcadas, mientras que una segunda flota protegía el canal de la Mancha. La Flota de Altamar alemana estaba compuesta por trece acorazados y tenía sus bases en los puertos alemanes de mar del Norte.
El enfrentamiento naval más importante de la guerra fue la batalla de Jutlandia, librada el 31 de mayo y el 1 de junio de 1916 entre la Gran Flota británica y la Flota de Altamar alemana, y tras la cual Gran Bretaña pudo conservar su supremacía naval. No obstante, los alemanes consiguieron romper el bloqueo británico y reanudaron la guerra submarina sin restricciones en 1917, persuadidos de que éste era el único método con el que podrían derrotar a Gran Bretaña; esta estrategia no condujo a la rendición de los británicos, sino que motivó que Estados Unidos declarara la guerra a Alemania. Los ataques de los submarinos alemanes a los convoyes británicos en el océano Atlántico y en el mar del Norte ocasionaron la destrucción de numerosas embarcaciones.
Durante 1917 la guerra submarina alemana fracasó en su intento de provocar la rendición de Gran Bretaña mediante la destrucción de la flota aliada, de la que los británicos dependían para la obtención de alimentos y suministros. La campaña submarina alemana parecía eficaz en sus comienzos; hacia finales de 1916, los alemanes hundían mensualmente alrededor de 300 toneladas de embarcaciones británicas y aliadas en el océano Atlántico norte; la cifra ascendió a 875.000 toneladas en el mes de abril, por lo que los alemanes estaban seguros de conseguir la victoria en breve. Sin embargo, Gran Bretaña consiguió, desde el verano, restar eficacia a la estrategia alemana siguiendo varios métodos: adoptó un sistema de convoyes en el que las flotas mercantes eran protegidas por destructores y cazasubmarinos, utilizó hidroaviones para detectar a los submarinos, y empleó cargas de profundidad para destruirlos. Al llegar el otoño, los alemanes comenzaron a perder numerosos submarinos, a pesar de que seguían hundiéndose una gran cantidad de barcos aliados. A su vez, las naciones aliadas, especialmente Estados Unidos, construían rápidamente nuevas embarcaciones. El intento alemán de poner fin a la guerra a través de la guerra submarina había fracasado.
La acción más destacable de 1915 fue el bloqueo submarino impuesto por Alemania a Gran Bretaña. El hundimiento del trasatlántico de pasajeros Lusitania a manos de un submarino alemán el 7 de mayo costó la vida a muchos súbditos estadounidenses, lo que originó una polémica que estuvo a punto de provocar la guerra entre Estados Unidos y Alemania, modificando ésta última sus métodos de guerra submarina para satisfacer al gobierno estadounidense. Sin embargo, en marzo de 1916, el hundimiento por un submarino alemán del buque de vapor francés Sussex en el canal de la Mancha y la existencia de víctimas estadounidenses hizo estallar un nuevo conflicto entre estos países.
Otra de las principales características de la I guerra mundial fue la participación de un gran número de naciones, a partir del asesinato del archiduque de Austria-Hungría se produjo una reacción en cadena y los países de la triple alianza se enfrentaron contra los de la triple Entente. Rusia quería acabar con el Imperio Austrohúngaro, apoyó a Serbia y declaró la guerra al imperio.
Alemania, aliada de Austria, declaró la guerra cuando estos invadieron Bélgica. Turquía y Bulgaria se unieron a Austria y Alemania, mientras que Japón, Rumania, Grecia, Portugal e Italia se incorporaron dentro del bloque de la triple Entente. En 1917, soldados de Alemania hundieron varios barcos mercantes estadounidenses por lo que Estados Unidos le declaró la guerra, es así como, con excepción de algunos países del mundo, en especial América del Sur, sufrieron la más horrible de las guerras.
Vale la pena destacar el importante papel que jugaron las mujeres, en su casa, haciendo trabajos que previmante habían sido catalogados como no femeninos, o reservados para los hombres.
Las mujeres manejaban camiones, ensamblaban armas y empacaban municiones peligrosas, balas, bombas y proyectiles. Las mujeres también viajaron a Bélgica y Francia para servir en los hospitales militares.

Fueron muchos los elementos que caracterizaron la I guerra mundial, pero podemos decir que:
·         Durante la I guerra mundial surgió el gas tóxico y el lanza-llamas. (ver foto arriba)
·         Gran Bretaña utilizó artistas oficiales de guerra para consignar la contienda.
·         Los soldados disponían de fusiles que podían alcanzar un blanco a una distancia máxima de 800 mts.
·         Francia y Estados Unidos realizaron en 1909 los primers intentos en aviación militar.
·         Durante la guerra entre el imperio atomano e Italia se llevó a cabo las primeras misiones de aviación militar en 1911.

PERSONAJES IMPORTANTES
Durante los cuatro años que duró la primera guerra mundial fueron muchas las personas que intervinieron activamente, tanto en los campos de batalla, como en la planificación de las estrategias bélicas, a continuación se presentan algunos de esos personajes y sus principales acciones:
·         Archiduque Francisco Fernando de Austria: heredero de la Corona imperial austríaca, fue asesinado en la ciudad de Sarajevo (Bosnia). Austria responsabilizó a Serbia del atentado y en el mes de Julio le declaró la guerra.
·         Helmuth Von Molke: ejecutó un plan contra Francia y Rusia.
·         Erich Von Falkenhaym: general alemán que hizo frente a la ofensiva anglo-francesa.
·         A.V Sam Sonov y P.K. Rennen Kampf: generales que derrotaron al ejercito Austríaco.
·         Paul Von Hinderburg y Erich Ludendorff: derrotaton al ejercito ruso en las batallas de Tannanberg. Ludendorff solicitó al gobierno un armisticio.
·         Guillermo II: Emperador d Baviera huyó a los países bajos por el levantamiento contra el Rey.
·         Simuts: general que recibe el mando de las fuerzas aliadas que sé encargarian de la invasión de Africa Oriental.
·         Ferdinand Foch: general encargado de la coordinación de las operaciones aliadas en el último esfuerzo de los alemanes.
·         Phillipp Petain: General francés a quien fue confiada la defensa de Francia en el ataque realizado por Falkenhayn en su contra.
·         Laur Gueórguievich Kornilov: General de las fuerzas rusas que lucharon contra los alemanes.
·         Armando Diaz: general italiano que reemplazó al general Cadorna.
·         Alejandro: era el hijo de Constantino, ejercía autoridad sobre la presidencia del gobierno.
·         Rey Constantino: favoreció a los imperios centrales a pesar de su declarada neutralidad.
·         Eleuterios Venizelos: declaró la guerra a Alemania y Bulgaria el 3 de noviembre. Se convirtió en el presidente del gobierno el 12 de junio.
·         Abdulah Ybn Husagn: dirigió con su papá la revelión de Hiyad, posteriormente es nombrado por los británicos el Rey de Hiyad.
·         Nivelle-Henri Philippe Pétain: ante el fracaso de Nivelle contra los franceses es reemplazado en su cargo por el general Henri Philippe Pétan.
·         Thomas Edward Lawrence: dirigió la rebelión árabe contra los turcos.
·         Edmund Allenby: dirigió las fuerzas que intentaron conquistar Gaza (Palestina).
·         Sir Edward Grey: primer visconde de Fallodon, propuso el 26 de junio que Gran Bretaña, Francia, Alemania e Italia se reunieran en una conferencia para arbitar en la disputa Austro-Serbia, pero Alemania declinó dicha oferta.
·         Conde Alfred Von Schlieffen: fue el jefe del Estado mayor alemán desde 1891 hasta 1907. Elaboró el Plan Schlieffen.
·         Joseph Joffre: Dirigió a los franceses para que rodearan a Paris y atacaran al priemer ejercito alemán.
·         Maximilian Spee: causó importantes daños en las instalaciones francesas.
·         Alexi Aleséieuich Brusilov: estaba unido a las tropas rusas.
·         August Von Mackensen: lanzaron un fuerte ataque sobre Serbia desde Arabia-Hungría.
·         Sir Ian Hamilton: bombardeó los fuertes turcos de los estrechos, en Febrero de 1915.
·         Douglas Haig: intenta romper las líneas de los alemanes en el oeste mediante una ofensiva masiva en la región del río Somme.
·         Henri Philippe Pétain: defendió a la ciudad de la batalla de Verdún que estaba al amando de los alemanes.
·         Robert Georges Nivelle: reemplazó a Joffre como commandant general ade los ejercitos franceses del norte y del noreste en el mes de noviembre.
·         Thomas Woodrow Wilson: presidente de los Estados Unidos de Norte América, estuvo vinculado con las negociaciones de paz. Al estallar la guerra en Europa el presidente Wilson proclamó formalmente la neutralidad de Estados Unidos. Esta declaración no evitó que surgieran tendencias favorables a uno u otro bando contendiente en el país. El presidente Wilson jugó UN destacado papel en la Conferencia de Paz celebrada en París en 1919 tras la derrota de Alemania.
CONSECUENCIAS DE LA I GUERRA MUNDIAL
El 27 DE Octubre de 1918 Alemania consintió en aceptar las negociaciones de paz, Guillermo II debió entregar el poder, se extendía por toda Alemania una revolución proletaria que fue posteriormente sofocada. En Europa comenzaron los preparativos para conferencia de Versalles.
En 1919 se reunieron en Versalles los representantes de los países vencedores para preparar el tratado definitivo de paz. En ese mismo año, Alemania firmó el Tratado de Versalles, por lo que quedaba obligada a reducir drásticamente su ejército y armamento y a pagar fuertes sanciones económicas como reparación por los daños cusados a los aliados durante la guerra. Además, Alemania perdió su imperio colonial y numerosos territorios en Europa.
Tras la derrota de Alemania en la I Guerra Mundial, los vencedores no llegaban a un acuerdo sobre las reparaciones de guerra que debía pagar la nación vencida. Los líderes de Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia e Italia celebraron la Conferencia de Paz de París en 1919 y elaboraron el Tratado de Versalles. Éste imponía a Alemania una serie de medidas restrictivas y compensatorias que incluían su desmilitarización a gran escala y el pago de indemnizaciones. Los representantes de la reunión fueron el primer ministro británico Lloyd George, el ministro de Asuntos Exteriores italiano Giorgio Sonnino, el jefe de gobierno francés Georges Clemenceau y el presidente de Estados Unidos Thomas Woodrow Wilson (foto).
A pesar de que todas las naciones confiaban en que los acuerdos alcanzados después del conflicto restablecerían la paz mundial sobre unas bases estables, las condiciones impuestas promovieron un conflicto aún más destructivo. Los Imperios Centrales aceptaron los catorce puntos elaborados por el presidente Wilson como fundamento del armisticio, esperando que los aliados los adoptaran como referencia básica en los tratados de paz. Sin embargo, la mayor parte de las potencias aliadas acudieron a la Conferencia de Versalles con la determinación de obtener indemnizaciones en concepto de reparaciones de guerra equivalentes al coste total de la misma y de repartirse los territorios y posesiones de las naciones derrotadas según acuerdos secretos. Durante las negociaciones de paz, el presidente Wilson insistió en que la Conferencia de Paz de París aceptara su programa, pero finalmente desistió de su propósito inicial y se centró en conseguir el apoyo de los aliados para la formación de la Sociedad de Naciones.
Se puede puntualizar que las principales consecuencias de tan nefasta guerra fueron:
·         La muerte de más de 12 millones de personas, equivalente a casi la mitad de los habitantes de Venezuela, y varios millones de heridos, en su mayoría jóvenes, principalmente de Rusia, Alemania, Francia y el Reino Unido.
·         Las pérdidas materiales fueron enormes se supone que pasó los 186.000 millones de dólares.
·         En tan sólo las tres primeras semanas de la guerra, los alemanes perdieron 600.000 hombres.
·         El territorio de Turquía se redujo. El imperio austrohúngaro desapareció y dio lugar a cuatro nuevos Estados: Austria, Checoslovaquia, Hungría y Yugoslavia.
·         La Primera Guerra Mundial marcó el fin de la supremacía de las potencias de Europa y fortaleció la posición de los Estados Unidos y de Japón.
·         En casi toda Europa los medios de comunicación, el transporte, los cultivos, los edificios, etc. quedaron destruidos.
·         Todas las pérdidas ocasionaron una disminución de la producción industrial y agrícola. Las reservas de oro y las inversiones se redujeron, toda Europa entró en una grave crisis económica.
·         Por el contrario, la contienda generó un intenso desarrollo de los instrumentos y técnicas de guerra: fusiles de repetición, ametralladoras, gases asfixiantes dando origen a la guerra biológica y química, hubo tanques, dirigibles y aviones, también se practicaron los bombardeos a las ciudades. La artillería multiplicó los calibres, aumentó el alcance y mejoró los métodos de corrección. El transporte motorizado se generalizó.
·         Hubo una intensa participación de la sociedad civil implicándose en operaciones bélicas, de igual forma participaron instituciones como la Cruz Roja donde la mujer desempeñó una gran labor.
·         A pesar de la labor desempeñada por la Cruz Roja, se desataron grandes epidemias de enfermedades infectocontagiosas.
·         La acción de los submarinos alemanes provocó el hundimiento de las naves aliadas causando un gran número de bajas; al abandonarse el principio por el cual se permitía la evacuación de las naves civiles antes de su hundimiento. En mayo, un submarino alemán torpedeó al Lusitania, un vapor de pasajeros británico. Éste se hundió en menos de 20 minutos frente a la costa meridional de Irlanda, y fallecieron 1.198 civiles, entre los que se encontraban 128 estadounidenses. El incidente estuvo a punto de anticipar la intervención de Estados Unidos en el conflicto mundial, que se produjo en 1917.
·         A pesar de los esfuerzos realizados para provocar la paz mundial con el Tratado de Versalles, las potencias vencedoras permitieron que se incumplieran algunos de los términos establecidos lo que provocó el resurgimiento del militarismo y del nacionalismo agresivo de Alemania y de los desórdenes sociales en gran parte de Europa, agudizó la crisis económica, hubo una fuerte agitación social y hubo el resurgimiento de movimientos bélicos producto de graves disputas que quedaron sin resolver.

Los imperios de Austria-Hungría y Alemania cayeron en 1918 con una diferencia de días entre uno y otro, pero por caminos muy distintos. Austria-Hungría había sido desde siempre una complicada amalgama de pueblos y simplemente se disolvió en sus partes componentes. El emperador Carlos empezó el proceso a mediados de octubre: entre huelgas y manifestaciones proclamó su reino como una federación de estados semi independientes. Al cabo de un mes, sus súbditos tenían nuevos problemas. Los eslavos del sur se unieron a Serbia para formar el reino de los serbios, los croatas y los eslovenos (más tarde Yugoslavia); los checos, los eslovacos y los rutenios proclamaron la república de Checoslovaquia, y Austria, Hungría y Polonia se separaron en repúblicas independientes.
CONCLUSIONES
Una vez culminada la presente investigación, se puede concluir que la I Guerra Mundial:
1.       Duró cuatro años, tres meses y catorce días con profundos cambios en el territorio europeo.
2.       La guerra representó un coste de 186.000 millones de dólares para los países beligerantes.
3.       Las bajas en los combates terrestres ascendieron a varios millones de personas pertenecientes a la población civil y que, en algunos casos, fallecieron indirectamente a causa de la contienda.
4.       A pesar de que todas las naciones confiaban en que los acuerdos alcanzados después del conflicto restablecerían la paz mundial sobre unas bases estables, las condiciones impuestas promovieron un conflicto aún más destructivo. Los Imperios Centrales aceptaron los catorce puntos elaborados por el presidente Wilson como fundamento del armisticio, esperando que los aliados los adoptaran como referencia básica en los tratados de paz.
5.       La mayor parte de las potencias aliadas acudieron a la Conferencia de Versalles con la determinación de obtener indemnizaciones en concepto de reparaciones de guerra equivalentes al costo total de la misma y de repartirse los territorios y posesiones de las naciones derrotadas según acuerdos secretos.
6.       Durante las negociaciones de paz, el presidente Wilson insistió en que la Conferencia de Paz de París aceptara su programa completo organizado en catorce puntos, pero finalmente desistió de su propósito inicial y se centró en conseguir el apoyo de los aliados para la formación de la Sociedad de Naciones.
7.       Las potencias vencedoras permitieron que se incumplieran ciertos términos establecidos en los tratados de paz de Versalles lo que provocó el resurgimiento del militarismo y de un nacionalismo agresivo en Alemania y desórdenes sociales en gran parte de Europa.
8.   La I Guerra Mundial trajo ruina, enfermedades y dolor a todos los países participantes.
9.   Hubo grandes adelantos científicos con fines bélicos lo que trajo como consecuencia más muertes y más destrucción.
10.   Y por último, esta guerra no resolvió los conflictos, por el contrario los enfatizó lo que tras unos veinte años, aproximadamente, ocasionó la II Guerra Mundial.
Bajas en la Primera Guerra Mundial
País
Hombres movilizados
Muertos*
Heridos
Prisioneros y
desaparecidos
Total Bajas
Bajas en porcentaje  del total de movilizados
Rusia
12.000.000
1.700.000
4.950.000
2.500.000
9.150.000
76,3
Francia
8.410.000
1.357.800
4.266.000
537.000
6.160.800
73,3
Imperio Británico
8.904.467
908.371
2.090.212
191.652
3.190.235
35,8
Italia
5.615.000
650.000
947.000
600.000
2.197.000
39,1
Estados Unidos
4.355.000
126.000
234.300
4.500
350.300
8,0
Japón
800.000
300
907
3
1.210
0,2
Rumania
750.000
335.706
120.000
80.000
535.706
71,4
Serbia
707.343
45.000
133.148
152.958
331.106
46,8
Bélgica
267.000
13.716
44.686
34.659
93.061
34,9
Grecia
230.000
5.000
21.000
1.000
27.000
11,7
Portugal
100.000
7.222
13.751
12.318
33.291
33,3
Montenegro
50.000
3.000
10.000
7.000
20.000
40,0
Total Aliados
42.188.810
5.152.115
12.831.004
4.121.090
22.089.709
52,3
Alemania
11.000.000
1.773.700
4.216.058
1.152.800
7.142.558
64,9
Austria-Hungría
7.800.000
1.200.000
3.620.000
2.200.000
7.020.000
90,0
Turquía
2.850.000
325.000
400.000
250.000
975.000
34,2
Bulgaria
1.200.000
87.500
152.390
27.029
266.919
22,2
Total Imperios
Centrales
22.850.000
3.386.200
8.388.448
3.629.829
15.404.477
67,4
Total general
65.038.810
8.538.315
21.219.452
7.750.919
37.494.186
57,6
* Incluye los muertos, por cualquier causa, dentro del Ejército
BALANCE DE UNA CATÁSTROFE
La Primera Guerra Mundial afectó a todas las clases sociales. La ingente demanda de pertrechos y municiones modificó la economía y la estructura social de los países contendientes. Con el fin de abastecer aunque sólo fuera de modo insuficiente a la población, y poder producir el material de guerra necesario, el Estado se vio obligado a intervenir cada vez en mayor grado en todos los campos de la economía.
El Reich alemán, Austria-Hungría, Francia y Gran Bretaña movilizaron todas sus reservas a fin de disponer de las tropas y armamento suficientes para un conflicto de extensión mundial. Todos los hombres útiles de 18 a 41 años fueron llamados a filas y las mujeres obligadas a trabajar; la industria se adaptó a la producción de guerra, la economía se sometió a control estatal y militar, se racionaron los alimentos y las prendas de vestir.
Estas medidas tuvieron una indudable efectividad: de 1914 a 1918 se duplicó el número de soldados franceses, la potencia del ejército alemán creció en un 150 por ciento, y se multiplicó por nueve el número de soldados de que disponía Gran Bretaña. En todas las naciones beligerantes (Italia y los Estados Unidos entraron en guerra más tarde) aumentó enormemente la producción de armamento y municiones. Las sumas de dinero necesarias alcanzaron proporciones astronómicas. Al finalizar la guerra, Alemania había de hacer frente a una deuda de 153.000 millones de marcos, prescindiendo de las reparaciones de guerra. Lo cual equivalía al triple de la renta nacional anual anterior a la guerra.
A Rusia le había sido fácil obtener sus catorce millones de soldados de las fantásticas reservas humanas que suponían sus gigantescos territorios. En contrapartida, tuvo grandes dificultades para abastecer a sus tropas y a la población civil, debido al escaso desarrollo de su industria. Al final de la guerra, Rusia se había sacudido el yugo zarista, al cual se achacaba la responsabilidad de la derrota, pero en cambio había de lamentar el mayor número de víctimas.
La movilización total aceleró también los cambios sociales, debido a la incorporación de la mujer al proceso laboral y a las medidas supervisoras del Estado sobre casi todos los ámbitos de la vida cotidiana. Pese a todos estos esfuerzos, no pudo evitarse que se consolidaran las posiciones y se estabilizaran los frentes. La situación únicamente se modificó cuando intervinieron en Europa los Estados Unidos con dos millones de soldados (los EE. UU. llegaron a movilizar en total casi cinco millones).
Según muestra el cuadro superior, los contendientes de la «primera hora», es decir, Austria-Hungría, Alemania, Rusia y Francia, sufrieron las mayores pérdidas. En total perecieron en la Primera Guerra Mundial aproximadamente diez millones de soldados, y hubo unos 20 millones de heridos.
NUEVOS MÉTODOS PARA MATAR: La nueva tecnología armamentista se añadió a los horrores de la guerra. Cada innovación engendraba su contrapartida que, a su vez, creaba otra innovación en una espiral de violencia interminable. Los submarinos se utilizaban para defender las costas desde 1880, pero los alemanes los utilizaron por primera vez para el bloqueo británico. En 1915 se desarrolló el hidrófono, un micrófono submarino diseñado para prevenir la proximidad de los submarinos. (Así éstos se podían hundir con una carga de profundidad recién inventada.) La mayor capacidad de los aliados para interceptar submarinos obligó a los alemanes a atacar más rápido, incrementando el riesgo de hundimiento de barcos sin armas.
Las bombas aéreas, lanzadas esporádicamente por los italianos en su campaña de 1911 contra los turcos-otomanos en el norte de África, se emplearon en grandes cantidades por primera vez en febrero, cuando los dirigibles alemanes empezaron a bombardear Inglaterra. Aunque el kaiser había ordenado que sólo se disparara contra objetivos militares, la precisión no era técnicamente posible. A fines de año, 700 personas se contaron entre los muertos y heridos que produjeron los 55 ataques realizados.
En marzo, los escuadrones de aeroplanos británicos empezaron a bombardear trenes que transportaban soldados alemanes. Las bombas, acopladas en el fuselaje, caían cuando el piloto tiraba de una cuerda. En 1918, ambos bandos utilizaban aeroplanos cuatrimotores enormes cargados con toneladas de explosivos. Los bombarderos estaban escoltados por aviones de combate ágiles y pequeños al mando de ases como el barón alemán Manfred von Richthofen, el francés Rene Fonck, el británico Edward Mannok y el norteamericano Eddie Rickenbacker. Los combates aéreos proporcionaron un campo de acción al valor individual en una guerra impersonal.
Otra arma nueva, el gas venenoso, no pudo haber sido menos individual. Los alemanes la emplearon por primera vez en el frente ruso, en enero de 1915. En abril empezaron los ataques regulares con gas en Ypres, Bélgica. Los aliados pronto respondieron del mismo modo. Ambos bandos empezaron a usar máscaras protectoras, pero se inventaron variedades nuevas de gas que penetraban en la piel. Atrapados en las trincheras, hombres y ratas murieron del mismo modo. agonizando lentamente
Los paises que participaron en la Primera Guerra Mundial fueron:
  • Alemania
  • Austria
  • Gran Bretaña
  • Francia







IX. Unidad. Edad Contemporanes ( III parte)



Primera Guerra Mundial

 


La Primera Guerra Mundial (también llamada la Gran Guerra) fue un conflicto bélico mundial iniciado el 28 de julio de 1914 y finalizado el 11 de noviembre de 1918. Involucró a todas las grandes potencias del mundo, que se alinearon en dos bandos enfrentados: por un lado, los Aliados de la Triple Entente, y por otro, las Potencias Centrales de la Triple Alianza.
En el transcurso del conflicto fueron movilizados más de 70 millones de militares, incluidos 60 millones de europeos,[] lo que lo convierte en una de las mayores guerras de la Historia. Murieron más de 9 millones de combatientes,[ muchos a causa de los avances tecnológicos de la industria armamentística, que hizo estragos contra una infantería que fue usada de forma masiva y temeraria.
El asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria, heredero del trono del Imperio austro-húngaro, el 28 de junio de 1914 en Sarajevo, fue el detonante inmediato de la guerra, pero las causas subyacentes jugaron un papel decisivo, esencialmente el imperialismo de las políticas exteriores de grandes potencias europeas como el Imperio alemán, el Imperio austro-húngaro, el Imperio otomano, el Imperio ruso, el Imperio británico, Francia e Italia. El asesinato de Francisco Fernando por el nacionalista serbobosnio Gavrilo Princip dio como resultado un ultimátum de los Habsburgo al reino de Serbia. Las potencias europeas invocaron diversas alianzas formadas años y décadas atrás, por lo que sólo unas semanas después del magnicidio las grandes potencias estaban en guerra. A través de sus colonias, el conflicto pronto se extendió por el mundo.
El 28 de julio, el conflicto dio comienzo con la invasión de Serbia por Austria-Hungría, seguida de la invasión de Bélgica, Luxemburgo y Francia por el Imperio alemán, y el ataque de Rusia contra Alemania. Tras ser frenado el avance alemán en dirección a París, el Frente Occidental se estabilizó en una guerra estática de desgaste basada en una extensa red de trincheras que apenas sufrió variaciones significativas hasta 1917. En el frente oriental, el ejército ruso luchó satisfactoriamente contra Austria-Hungría, pero fue obligado a retirarse por el ejército alemán. Se abrieron frentes adicionales tras la entrada en la guerra del Imperio otomano en 1914: Italia y Bulgaria en 1915 y Rumanía en 1916. El Imperio ruso colapsó en 1917 debido a la Revolución de Octubre, tras lo cual dejó la guerra. Después de una ofensiva alemana a lo largo del Frente Occidental en 1918, las fuerzas de los Estados Unidos se unieron a los Aliados de la Triple Entente, que hicieron retroceder al ejército alemán en una serie de exitosas ofensivas. Tras la Revolución de Noviembre de 1918 que forzó la abdicación del Káiser, Alemania aceptó el armisticio el 11 del mismo mes.
Al final de la guerra cuatro potencias imperiales, los imperios Alemán, Ruso, Austro-Húngaro y Otomano, habían sido derrotados militar y políticamente y desaparecieron. Los imperios alemán y ruso perdieron una gran cantidad de territorios, mientras que el austro-húngaro y el otomano fueron completamente disueltos. El mapa de Europa Central fue redibujado con nuevos y pequeños estados y se creó la Sociedad de Naciones con la esperanza de prevenir otro conflicto similar. Los nacionalismos europeos, espoleados por la guerra y la disolución de los imperios, las repercusiones de la derrota alemana y los problemas generados por el Tratado de Versalles se consideran generalmente como factores del comienzo de la Segunda Guerra Mundial.

La Paz Armada
Artículo principal: Paz armada.
A finales del siglo XIX, el Reino Unido dominaba el mundo tecnológico, financiero, económico y sobre todo político. Alemania y Estados Unidos le disputaban el predominio industrial y comercial. Durante la segunda mitad del siglo XIX y los inicios del siglo XX se produjo el reparto de África (a excepción de Liberia y Etiopía) y Asia Meridional, así como el gradual aumento de la presencia europea en China, un estado que para entonces se hallaba en franca decadencia.
Reino Unido y Francia, las dos principales potencias coloniales, se enfrentaron en 1898 y 1899 en el denominado incidente de Faschoda, en Sudán, pero el rápido ascenso del Imperio alemán hizo que los dos países se unieran a través de la Entente cordiale. Alemania, que solamente poseía colonias en Camerún, Namibia, África Oriental, algunas islas del Pacífico (Islas Salomón) y enclaves comerciales en China, empezó a pretender más a medida que aumentaba su poderío militar y económico posterior a su unificación en 1871. Una desacertada diplomacia fue aislando al Reich, que sólo podía contar con la alianza incondicional del Imperio austrohúngaro. Por su parte, el Imperio ruso y, en menor medida, los Estados Unidos controlaban vastos territorios, unidos por largas líneas férreas (Transiberiano y ferrocarril Atlántico-Pacífico, respectivamente).
Francia deseaba la revancha de la derrota sufrida frente a Prusia en la Guerra Franco-prusiana de 1870-1871. Mientras París estaba asediada, los príncipes alemanes habían proclamado el Imperio (el llamado Segundo Reich) en el Palacio de Versalles, lo que significó una ofensa para los franceses. La III República perdió Alsacia y Lorena, que pasaron a ser parte del nuevo Reich germánico. Su recuperación era ansiada por el presidente francés, Poincaré, lorenés.[4] En general, las generaciones francesas de finales del siglo XIX y, sobre todo, los estamentos militares, crecieron con la idea de vengar la afrenta recuperando esos territorios. En 1914 sólo hubo un 1 % de desertores en el ejército francés, en comparación con el 30 % de 1870.
Mientras tanto, los países de los Balcanes liberados del Imperio otomano (el «enfermo de Europa») fueron objeto de rivalidad entre las grandes potencias. Turquía, que se hundía lentamente, no poseía en Europa —hacia 1914— más que Estambul, la antigua Constantinopla. Todos los jóvenes países nacidos de su descomposición (Grecia, Bulgaria, Rumanía, Serbia, Montenegro y Albania) buscaron expandirse a costa de sus vecinos, lo que llevó a dos conflictos entre 1910 y 1913, conocidos como Guerras Balcánicas.
Impulsados por esta situación, los dos enemigos seculares del Imperio otomano continuaron su política tradicional de avanzar hacia Estambul y los estrechos. El Imperio austrohúngaro deseaba proseguir su expansión en el valle del Danubio hasta el mar Negro, sometiendo a los pueblos eslavos. El Imperio ruso, que estaba ligado histórica y culturalmente a los esclavos de los Balcanes, de confesión ortodoxa —ya les había brindado su apoyo en el pasado— contaba con ellos como aliados naturales en su política de acceder a «puertos de aguas calientes».
Como resultado de estas tensiones, se crearon vastos sistemas de alianzas a partir de 1882:
  • La Triple Entente: Francia, Reino Unido y Rusia.
  • La Triple Alianza: Alemania, Austria-Hungría e Italia.
A este período se le conoce como Paz armada, ya que Europa estaba destinando cuantiosas cantidades de recursos en armamentos[] y, sin embargo, no había guerra, aunque se sabía que ésta era inminente

Detonante del conflicto
 El evento detonante del conflicto fue el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria y su esposa, Sofía Chotek, en Sarajevo el 28 de junio de 1914 a manos del joven estudiante nacionalista serbio Gavrilo Princip, miembro del grupo serbio "Joven Bosnia", ligado al grupo nacionalista Mano Negra, que apoyaba la unificación de Bosnia con Serbia. Francisco Fernando era el heredero de la corona austro-húngara después de la muerte de su primo, Rodolfo de Habsburgo (en 1889) y de su padre Carlos Luis de Austria (en 1896). Su asesinato precipitó la declaración de guerra de Austria contra Serbia que desencadenó la Primera Guerra Mundial.

Alianzas militares europeas en 1914.
El Imperio austrohúngaro exigió, con el apoyo del Imperio alemán, investigar el crimen en territorio serbio, ya que consideraba que la organización paneslavista Mano Negra tenía conexión con los servicios secretos de ese país. El Imperio Austrohúngaro dio un ultimátum el 7 de julio a Serbia, la que con apoyo ruso no aceptó todas las condiciones impuestas, en particular la participación de policías austríacos en investigaciones en territorio serbio.
Ante dicha negativa, el 28 de julio de 1914, Austria-Hungría declaró la guerra a Serbia. Acto seguido el 29 de julio Rusia ordenó la movilización general. En función de las alianzas militares, el 1 de agosto, Alemania le declaró la guerra a Rusia, al considerar la movilización como un acto de guerra contra Austria-Hungría. Ante esto, y en virtud, de la alianza militar franco-rusa de 1894 Francia tomó algunas medidas de precaución en sus fronteras. Alemania, al conocer la agitación que reinaba en Francia a causa del inesperado ataque contra Serbia y la movilización rusa le declaró la guerra a Francia el 3 de agosto

Guerra de movimientos

Alianzas militares europeas en 1915.
En 1914, los europeos pensaban que la guerra sería corta. Pero los generales, que habían estudiado las guerras napoleónicas, estaban equivocados en su enfoque inicial del enfrentamiento, basado en el uso masivo de la infantería. Respondiendo a la enorme eficacia de las armas (fusiles, armas automáticas y artillería pesada), las fortificaciones fueron reforzadas. La caballería sería inútil como medio para romper el frente.
Al comienzo de la guerra los dos bandos trataron de obtener una victoria rápida mediante ofensivas fulminantes. Los franceses agruparon sus tropas en la frontera con Alemania, entre Nancy y Belfort, divididas en cinco ejércitos. Previendo un ataque frontal en Lorena, organizaron el Plan XVII. Los alemanes tenían un plan mucho más ambicioso. Contaban con la rapidez de un movimiento de contorno por Bélgica para sorprender a las tropas francesas y marchar hacia el este de París (Plan Schlieffen de 1905) y luego enfrentarse a las fuerzas enemigas y empujarlas hacia el Jura y Suiza. Tan sólo ubicaron 2/7 de sus tropas sobre la frontera para resistir el ataque frontal en Alsacia-Lorena.
El comienzo del plan trascurrió perfectamente para el Reich. Sus tropas avanzaron sobre Bélgica el 4 de agosto, lo cual provocó la intervención inglesa. Posteriormente derrotaron al ejército francés en diversas batallas. Los franceses lanzaron simultáneamente el Plan XVII, pero resultó un fracaso debido a las armas automáticas que frenaron cualquier asalto y a un repliegue prematuro de las tropas hacia sus líneas. Semanas después los alemanes estaban ya ubicados en el río Marne, donde chocaron con el Cuerpo Británico y el ejército francés, quienes frenaron el avance imperial. La derrota germana frustró el plan original y acabó con las expectativas de una conflagración breve, marcando el abandono definitivo de los planes anteriores a la guerra. En ese momento comenzó la «carrera hacia el mar»: los dos ejércitos marcharon hacia el Mar del Norte; ataques y contra-ataques se sucedieron. La contienda se desarrollaría en territorio francés y belga. Las tropas británicas no tardaron en intervenir en mayor número, junto a los restos del ejército belga.
Mientras tanto, Austria-Hungría fracasó en su intento de tomar Belgrado, lo cual lograría después con ayuda alemana, en agosto del 1915. Rusia invadió Prusia Oriental, pero los generales de estado mayor prusianos Hindenburg y Ludendorff los batirán contundentemente en Tannenberg.
En el curso de 1915, dos nuevos países entraron en la guerra: Italia del lado de los Aliados y Bulgaria al lado de las potencias centrales, que con este apoyo derrotan y ocupan a Serbia. Desde el comienzo de la guerra, el Vaticano y Suiza intentaron infructuosamente sondeos por la paz.

Frente occidental
 Estabilización del Frente Occidental en 1914

El 4 agosto de 1914, el ejército alemán abrió el frente occidental invadiendo Bélgica y Luxemburgo, con un ataque a la ciudad de Lieja, y luego obteniendo el control militar de regiones industriales importantes del este de Francia, derrotando al ejército francés en la batalla de Lorena, la batalla de Charleroi (21 de agosto) y en la batalla de Maubeuge una semana más tarde. La fuerza del avance fue contenida drásticamente con la primera batalla del Marne en septiembre de 1914, donde enfrentaron al Cuerpo Británico compuesto por 5 divisiones experimentadas y las tropas de reserva francesas. Los taxis de París ayudaron a trasladar a los efectivos ingleses al frente. El equilibrio de fuerzas y las nuevas armas facilitaron la defensa frente al ataque e impusieron la estabilización del frente. Ambos contendientes se atrincheraron en una línea sinuosa de posiciones fortificadas que se extendía desde el Mar del Norte hasta la frontera suiza con Francia. Esta línea permaneció sin cambios sustanciales durante casi toda la guerra.
Un asalto presentaba tal desventaja frente al adversario que los ataques aliados fueron infructuosos y Alemania pudo resistir a pesar de combatir en dos frentes. En estos ataques se recurrió a bombardeos masivos de artillería y al avance masivo de la infantería. Sin embargo, la combinación de las trincheras, los nidos de ametralladoras, el alambre de espino y la artillería infligían cuantiosas bajas a los atacantes y a los defensores en contraataque. Como resultado, no se conseguían avances significativos. Las condiciones sanitarias y humanas para los soldados eran muy crudas y las bajas elevadísimas.

Soldados británicos en las trincheras, durante la batalla del Somme, 1916.
En otoño de 1915 el general Joseph Joffre intentó una ofensiva, con apoyo inglés, que concluyó en un gigantesco fracaso. Después de este éxito defensivo, a finales de año, el general Von Falkenhayn, Jefe de Estado Mayor, propuso al Kaiser su proyecto de atacar Verdún. Plaza fuerte e impenetrable según la propaganda francesa, pero que estaba en posición delicada por no poseer un camino o vía férrea para su reavituallamiento. Los alemanes esperaban que su caída debilitaría la moral de los soldados franceses. El 21 de febrero de 1916, el ataque se inició con la artillería bombardeando violentamente las posiciones aliadas. Los alemanes avanzaron poco, pero las pérdidas francesas fueron enormes. El 25 de febrero, el general Langle de Cary decidió abandonar la ciudad, pero el mando francés no estaba dispuesto a perder Verdún y nombró en su lugar a Philippe Pétain, quien organizó una serie de violentos contraataques.
El 1 de julio, los británicos desataron una gran lucha paralela en la batalla del Somme, a fin de dividir las tropas alemanas y reducir la presión sobre Francia. Los alemanes retrocedieron escasos kilómetros, pero en orden. Al final, el frente casi no se modificó ni en Verdún ni en el Somme, pese a los centenares de miles de bajas.
En un esfuerzo por romper este callejón sin salida, este frente presenció la introducción de nuevas tecnologías militares, incluyendo el gas venenoso y los tanques. Pero sólo tras la adopción de mejoras tácticas se recuperó cierto grado de movilidad.
A pesar del estancamiento de este frente, este escenario resultó decisivo. El avance inexorable de los ejércitos aliados en 1918 convenció a los comandantes alemanes de que la derrota era inevitable, y el gobierno se vio obligado a negociar las condiciones de un armisticio.

Frente oriental
 Prisioneros austríacos en manos rusas, en Karelia, 1915.
La estrategia de guerra alemana funcionó contra Rusia. El ejército ruso contaba con 8 millones de hombres en 1914, pero estaba compuesto principalmente por campesinos sin ninguna formación militar, mal armados y equipados. El mando ruso era también mediocre. Los dos ejércitos se enfrentaron en la Batalla de Tannenberg (Prusia Oriental) del 26 al 30 de agosto de 1914, y en la batalla de los lagos Masurianos del 6 al 15 de septiembre de 1914. Los rusos sufrieron grandes derrotas en los dos casos y fueron obligados a replegarse. Los comandantes alemanes en esta exitosa campaña defensiva fueron Paul von Hindenburg y Erich Ludendorff.
Austria-Hungría, en cambio, no pudo repeler la invasión de Galitzia. En junio de 1916 tiene éxito una ofensiva rusa, dirigida por el general Alexéi Alexéievich Brusílov, que se interna en las líneas austrohúngaras. Regimientos enteros se pasaron a las filas rusas, demostrando la fragilidad del Imperio austrohúngaro. Motivada por esta circunstancia, Rumanía declara la guerra a los Imperios Centrales, pero es fácilmente derrotada y ocupada por los alemanes, lo que compromete aún más la posición rusa. El Imperio de los Romanov no volvería a intentar ninguna ofensiva de relevancia en el resto de la contienda.
Alemania pasó a la ofensiva y conquistó el golfo de Riga, destruyendo o capturando a buena parte de los contingentes rusos. El frente oriental estuvo en constante movimiento y no conoció la guerra de trincheras. La caballería jugó aún cierto papel en esta guerra de movimientos.

Otros fuentes
Evolución de las alianzas en la Primera Guerra Mundial: *Verde oscuro:Aliados; *Verde Claro: Colonias y territorios Ocupados por los aliados; *Naranja: Imperios Centrales; *Naranja Claro: Colonias y territorios Ocupados por los Imperios Centrales; *Gris: Países y Territorios Neutrales.
Si bien los principales esfuerzos de los beligerantes se concentraron en los frentes occidental y oriental, la guerra se libró con mayor o menor intensidad en distintas partes del globo. Se combatió en los Balcanes, en los Dardanelos, en Oriente Medio, en el Cáucaso, en los Alpes italianos, en África, en Extremo Oriente, en el Pacífico y en el Atlántico.

Frente balcánico

Cañones serbios capturados por los austríacos.
En la región de los Balcanes, tuvieron lugar una serie de campañas militares entre las Potencias Centrales (Austria-Hungría, Alemania, el Imperio Otomano y Bulgaria) por un lado y los aliados (Serbia, Montenegro, Rusia, Francia, Reino Unido y más tarde Rumanía y Grecia), por otro. En este teatro de operaciones la guerra comenzó con la invasión austro-húngara a Serbia en 1914, que acabó con la conquista de Serbia y Montenegro a fines de 1915. Las fuerzas serbias fueron atacadas desde el norte y el este y se vieron obligadas a retirarse del país, sin embargo, el ejército serbio se mantuvo operativo, aunque emplazado en Grecia.
En el otoño de 1915, los aliados intentaron ir en ayuda de los serbios, por medio de una expedición franco-británica que se estableció en el puerto de Salónica, en Grecia. El plan aliado consistía en socorrer a los serbios desde el sur, abriendo un frente en Macedonia. La expedición llegó demasiado tarde y con insuficiente fuerza para evitar la caída de Serbia, y se vio complicada por la crisis política interna en Grecia. No obstante, se logró mantener estable el frente macedonio, desde la costa albanesa al río Estrimón, en Bulgaria, hasta 1918.
En 1916 Rumanía entra en guerra contra las Potencias Centrales, pero esta decisión resultó desastrosa para los rumanos. Poco después de la declaración de guerra rumana, una ofensiva combinada entre los alemanes, austro-húngaros, búlgaros y otomanos conquistó dos tercios del país en una rápida campaña que finalizó en diciembre de 1916. Sin embargo, los ejércitos ruso y rumano consiguieron estabilizar el frente y mantenerlo en Moldavia. En 1917, Grecia entró en la guerra del lado aliado, y en septiembre de 1918 se produjo la gran ofensiva aliada de una fuerza multinacional acantonada en el norte de Grecia, que dio lugar a la capitulación de Bulgaria y a la liberación de Serbia.

Frente del Oriente Medio
Los Aliados contaban con la debilidad del Imperio Otomano para abrir una vía directa y apoyar a sus aliados rusos. La campaña de los Dardanelos fue iniciada por los ingleses, a sugerencia de Winston Churchill, para controlar el estrecho de los Dardanelos, lo que permitiría a Francia y al Imperio Británico revitalizar a Rusia, neutralizar al Imperio Otomano y encerrar a los imperios centrales. El ambicioso proyecto comenzó con el despliegue de una imponente flota inglesa y el desembarco de tropas en Galípoli, pero los otomanos, mandados por Mustafa Kemal Atatürk, se defendieron con una eficacia inesperada. Los aliados no consiguieron penetrar en el Imperio Otomano y fracasaron en las sucesivas ofensivas. La operación fue un sangriento desastre, convirtiéndose en una nueva batalla de trincheras (para colmo, esta vez con el mar a espaldas de los Aliados). Después de unos meses de inútiles tentativas, el mando inglés decidió evacuar Galípoli y dirigir su cuerpo expedicionario a Salónica, Grecia. Este ejército sostendría enseguida a los serbios que no se rindieron. Ante todo, se mantuvo a la espera de nuevas oportunidades, como convencer a Grecia de entrar en la guerra.
Durante todo el conflicto, los británicos fomentaron el sublevamiento de las tribus árabes para perturbar a los otomanos. En esta misión destacó el célebre oficial T. E. Lawrence, Lawrence de Arabia. La Declaración Balfour propuso el establecimiento de un Estado judío en Palestina, para motivar a los judíos estadounidenses a que apoyaran el ingreso de ese país en la guerra. En 1916 los británicos atacaron Palestina, cuyo control mantendrían hasta 1948.


Frente Italiano
En 1915, Italia se une a los Aliados y ataca a Austria. Sin embargo, una larga serie de ofensivas sobre el río Isonzo fracasa. En 1917, son los austro-húngaros, reforzados por tropas alemanas, los que baten duramente a los italianos en Caporetto. Este desastre casi saca a Italia de la guerra, pero el frente se estabiliza sobre el río Piave.

La guerra en África
En África, británicos y franceses atacaron desde todos los frentes a las colonias alemanas, rodeadas por sus posesiones. Las fuerzas germanas en Togolandia y Camerún se rindieron rápidamente a las tropas anglo-francesas, mientras que la colonia de África del Sudoeste Alemana fue invadida por el ejército sudafricano y ocupada totalmente en 1915 (véase: Campaña de África del Sudoeste). Sólo la colonia de Tanganica, bajo la dirección del general Paul von Lettow-Vorbeck, resistió bajo dominio alemán hasta el final de la contienda.

La guerra en el Extremo Oriente y el Pacífico
Artillería japonesa durante el ataque a las fuerzas alemanas de Tsing Tau, en 1914.
Tras el estallido de la guerra, el Imperio Japonés envió un ultimátum a Alemania, solicitándole la evacuación de Jiaozhou (noreste de China). Alemania se negó a cumplirlo, por lo que Japón entró en la guerra del lado de los aliados el 23 de agosto de 1914. Las tropas japonesas ocuparon las posesiones alemanas en las islas Carolinas y Marianas. En 1915, Japón presentó las Veintiuna exigencias a China que obligaban a China a no alquilar ni ceder ningún territorio frente a Taiwán a ningún país, excepto a Japón. En 1919, China cedió los derechos comerciales de Mongolia Interior y Manchuria a Japón.
Mientras tanto, en el Pacífico también hubo movimientos aunque no batallas de importancia. Las tropas australianas estacionadas en Papúa ocuparon sin problemas la Nueva Guinea Alemana, mientras que Japón y Nueva Zelanda dirigieron ataques contra las bases alemanas en las Islas Marianas. El puerto chino de Qingdao, principal base alemana en Extremo Oriente, fue ocupado por los japoneses.
Como resultado del acuerdo de paz de la guerra mundial, Japón recibió las islas del Pacífico que había ocupado.

La guerra en el mar

La Gran Flota Británica en la Batalla de Jutlandia.
La guerra naval en la Primera Guerra Mundial se caracterizó por los esfuerzos de los Aliados, especialmente Gran Bretaña, de imponer un bloqueo marítimo a los Imperios Centrales, utilizando sus grandes flotas navales; y por el empeño de estos de romper el bloqueo o establecer ellos mismos uno efectivo hacia el Reino Unido y Francia. Los alemanes, que contaban con una importante flota de submarinos, intentaron imponer un bloqueo completo a estas potencias ya nombradas, interceptar el apoyo de sus colonias y romper las rutas de aprovisionamiento entre América (carne de Argentina, armamento estadounidense) y Europa.
El Mar del Norte y el Canal de la Mancha fueron los principales teatros de operaciones de la guerra en el mar. En ellos se enfrentaron la Gran Flota británica y la Flota de Alta Mar alemana, que protagonizaron tres grandes batallas. En agosto de 1914 se encontraron en la batalla de Heligoland, en enero de 1915 en la batalla del Banco Dogger, ambas a favor del Reino Unido. A mediados de 1916 ambas flotas se encontraron en pleno frente a la península de Jutlandia. En la Batalla de Jutlandia los alemanes, dirigidos por los almirantes Reinhard Scheer y Franz von Hipper, tenían como objetivo impedir el abastecimiento británico desde Noruega. La batalla comenzó el 31 de mayo, y fue el mayor combate naval registrado durante la guerra. No hubo un total ganador, ya que la Marina Real Británica, bajo mando de los almirantes John Jellicoe y David Beatty, perdió más hombres y naves, pero los alemanes no pudieron romper el bloqueo y tuvieron más buques dañados.]
Además la guerra en el mar se disputó en otros escenarios. En el Atlántico la actividad alemana se caracterizó por la guerra submarina. En el Mediterráneo, las flotas aliadas (británica, francesa e italiana) se enfrentaron a la Armada Austro-Húngara en el Adriático, siendo el mayor enfrentamiento la batalla del canal de Otranto en 1917;[ y a la Armada Otomana durante la campaña de los Dardanelos. En el Océano Pacífico se enfrentaron el Escuadrón Alemán del Lejano Oriente, comandado por el almirante Graf von Spee, con el 4° Escuadrón de la Real Marina Británica, la Real Marina Australiana y algunas unidades de la Marina Imperial Rusa y de la Armada Francesa. Las principales batallas de este teatro de operaciones fueron la batalla de Coronel y la batalla de las Malvinas.
El epílogo a la contienda naval, lo puso el hundimiento de la flota alemana bajo el mando de Ludwig von Reuter por sus propios tripulantes mientras se encontraba internada en Scapa Flow, para evitar que la Flota de Alta Mar fuera repartida entre los aliados.


Telegrama Zimmermann

El 16 de enero de 1917, el ministro alemán del Exterior, Arthur Zimmermann, envió un telegrama al embajador en México, Heinrich von Eckardt, con indicaciones precisas para convencer al presidente Venustiano Carranza, de que México entrase a la guerra del lado de los Imperios Centrales. A cambio, el telegrama prometía a México la restitución de los territorios anexionados por Estados Unidos en la guerra de 1847-1848 por el Tratado de Guadalupe-Hidalgo. Dicho telegrama también sugería que el presidente Carranza se comunicase con Tokio para llegar a un acuerdo que hiciera que el Imperio japonés se pasase a lado alemán. El telegrama fue interceptado por fuerzas de inteligencia británicas, lo que provocó la entrada de Estados Unidos a la guerra. Carranza no aceptó la oferta, puesto que México estaba inmerso en la Revolución mexicana y no se encontraba en condiciones económicas adecuadas. Además, el mandatario se encontraba preocupado por la Expedición Punitiva estadounidense. México no sólo no entró a la guerra, sino que envió a Francisco León de la Barra como alto comisionado mexicano de la Paz

1917: el giro de la guerra
Soldados de Estados Unidos durante la batalla de St. Mihiel, en Francia.
Véase también: Revolución rusa de 1917.
En 1917, el Estado Mayor alemán tomó la decisión de aguantar a los Aliados en el Oeste y hundir de una vez a las desalentadas tropas zaristas, luego de la victoria táctica de los británicos en Arras. Los franceses, tras el fracaso total de su ofensiva de Chemin des Dames, no son capaces de lanzar ninguna otra ofensiva, limitándose a resistir. El 7 de junio los británicos lanzan una ofensiva en Flandes, sin embargo, no consiguen romper el frente. El conflicto se estanca y el desaliento cunde en la retaguardia. La población civil padece restricciones, sobre todo en Alemania, bloqueada por los aliados.
En abril de 1917 los Estados Unidos le declararon la guerra a los imperios centrales, lo que le dio a la contienda el carácter mundial. No obstante, sus efectos no se sentirían sino hasta 1918. El hecho que motivó el ingreso de Estados Unidos en la guerra, fue el hundimiento del Lusitania (hundido el 7 de mayo de 1915), donde murieron 123 estadounidenses, por un submarino alemán. Este hecho provocó una viva reacción en Estados Unidos, que se preparó para entrar oficialmente en guerra al lado de los aliados.
En febrero de 1917 en Rusia estalla la Revolución Rusa, la cual obligó a abdicar al Zar Nicolás II, quedando el país bajo el mando de Aleksandr Kérenski, quien continuó en guerra contra Alemania. Sin embargo en octubre estallaría la revolución bolchevique, que depuso al gobierno de Kérenski. Este clima de inestabilidad permitió a los alemanes avanzar considerablemente en Rusia.

Tropas revolucionarias en marzo de 1917.
Los bolcheviques tomaron el control total y firmaron el armisticio con los imperios centrales en el mes de diciembre, después de la Paz de Brest-Litovsk (negociada por León Trotsky) en marzo de 1918. Para obtener esta paz consintieron enormes sacrificios económicos y territoriales. Además, Alemania ocupó Polonia, Ucrania, Finlandia, los países bálticos y parte de Bielorrusia. El Reich aprovechó esta victoria para enviar casi todo su ejército oriental al frente occidental e intentar obtener una victoria rápida antes de la llegada masiva de los estadounidenses. Era su baza definitiva, ya que Austria-Hungría, Bulgaria y el Imperio Otomano daban muestras de desaliento ante las mayores reservas financieras y de hombres de los Aliados.
Finalmente el 17 de julio de 1918 el Zar Nicolás II fue asesinado con toda su familia en Ekaterimburgo, por temor a que el avance de la Legión Checoslovaca hacia la ciudad, pudiera liberar al Zar. La revolución rusa, en particular luego del tratado de Brest-Litovsk, dio paso a una guerra civil, que se extendió hasta 1923, provocada por el levantamiento de grupos anti bolcheviques dentro y fuera de Rusia, que se organizaron para actuar contra el nuevo régimen

Fin de la guerra
Cementerio cerca de Verdún. El monumento al fondo contiene restos sin identificar de miles de soldados alemanes y franceses.
Reforzados por las tropas provenientes del frente este, los alemanes ponen todas sus fuerzas en su última ofensiva, nombrada por el General de Infantería Erich Ludendorff como Kaiserschlacht (nombre clave Michael), a partir de marzo de 1918, sobre el río Somme, en Flandes y en Champagne. Esta comenzó el 21 de marzo y se extendió hasta el 5 de abril, aunque con el final de esta los alemanes continuaron con una serie de cuatro ofensivas hasta el 17 de junio. Pero, mal alimentadas y cansadas, las tropas alemanas no pudieron resistir la contraofensiva de Foch y fallan frente al objetivo final: París, quedando a 120 km de la capital gala. El General Foch comanda sus tropas francesas y estadounidenses hacia la victoria, en la segunda batalla del Marne. Los primeros tanques británicos entraron en combate y la superioridad aérea aliada era evidente.
Es el principio del fin para los Imperios Centrales. En los Balcanes, las tropas francesas atacan las líneas búlgaras en Macedonia. Después de pocos días de lucha, Bulgaria comprende que no puede hacerles frente y pide el armisticio. El Imperio otomano está al límite de sus fuerzas y no puede contener a los británicos que han tomado ya Jerusalén y Bagdad y avanzan hacia Anatolia; la derrota búlgara no hace sino empeorar las cosas. Franceses y británicos ocupan el Oriente Próximo e Irak y el Imperio Otomano también se rinde.
El duelo entre italianos y austríacos está asimismo por resolverse. El General Díaz se ve presionado por su gobierno, que necesita de una victoria en el frente alpino para poder negociar. Los italianos derrotan a Austria-Hungría en Vittorio Veneto. Este hecho se suma al descalabro del ejército imperial en los Balcanes, y la monarquía de los Habsburgo se hunde.
El Reich está en una situación desesperada: se ha quedado sin aliados, su población civil sufre draconianas restricciones, su ejército está al límite, sin reservas y desmoralizado. Ludendorff y Hindenburg son partidarios de la capitulación inmediata, pues creen que el frente se derrumbará en cualquier momento. En efecto, tropas estadounidenses de repuesto no paran de desembarcar e incluso Italia se prepara para enviar un contingente a Francia. El 8 de agosto un ataque aliado cerca de Amiens tiene éxito y rompe el frente alemán; los aliados penetran en Bélgica. El Alto Mando pide al brazo político iniciar inmediatamente negociaciones de paz. Cunde la convicción de que la guerra está perdida. Wilson proclama que Estados Unidos sólo negociará con un gobierno alemán democrático. Los Hohenzollern tienen los días contados. Tras una revolución obrera en Berlín, el Káiser huye a Holanda. El gobierno de la nueva República alemana firma el armisticio de Compiègne el 11 de noviembre de 1918. La guerra termina con la victoria de los Aliados.

Tratados de paz
Tras el conflicto, se firmaron varios tratados de paz por separado entre cada uno de los vencidos y todos los vencedores, con excepción de Rusia, que había abandonado la guerra en 1917. Al conjunto de estos tratados se le conoce como La Paz de París (1919-1920).
Versalles: Firmado el 28 de junio de 1919 entre los aliados y Alemania. El antiguo territorio del Imperio alemán fue cortado en dos por el Corredor polaco, desmilitarizado, confiscadas sus colonias, supervisado, condenado a pagar enormes compensaciones —que terminó de satisfacer casi un siglo después, en 2010[10] y tratado como responsable del conflicto. Este tratado produjo gran amargura entre los alemanes y fue la semilla inicial para el próximo conflicto mundial. Con este tratado también fue creada la Sociedad de Naciones.
Saint-Germain-en-Laye: Firmado el 10 de septiembre de 1919 entre los aliados y Austria-Hungría. En este tratado se establecía el desmembramiento de la antigua monarquía de los Habsburgo, el Imperio Austrohúngaro, y Austria quedó limitada a algunas zonas en las que se hablaba solamente el alemán.
Sèvres: Firmado el 10 de agosto de 1920 entre el Imperio Otomano y los aliados (a excepción de Rusia y Estados Unidos). El Tratado dejaba a los otomanos sin la mayor parte de sus antiguas posesiones, limitando sus territorios a Constantinopla y parte de Asia Menor.
Trianon: Acuerdo impuesto a Hungría el 4 de junio de 1920 por los aliados, en el que se dictaminó la entrega de territorios a Checoslovaquia, Rumania y Yugoslavia.
Neuilly: Firmado el 27 de noviembre de 1919 en Neuilly-sur-Seine (Francia) entre Bulgaria y las potencias vencedoras. De acuerdo con lo estipulado en el tratado, Bulgaria reconocía el nuevo Reino de Yugoslavia, pagaba 400 millones de dólares en concepto de indemnización y reducía su ejército a 20.000 efectivos. Además, perdía una franja de terreno occidental en favor de Yugoslavia y cedía Tracia occidental a Grecia, por lo que quedaba sin acceso al Mar Egeo.

Aspectos económicos
La primera guerra mundial fue la primera que exigió a los gobiernos intervenir en la economía para lograr resolver cuestiones de envergadura relacionadas con la disponibilidad de los factores de producción y la necesidad de distribuirlos en un escenario caracterizado por deudas crecientes y diversificadas y por restricciones a la importación.
Producción: El accionar del Estado en relación a los procesos productivos se limitó al control de los mismos sin afectar los principios de la libre empresa. El principal problema para la producción fue el factor trabajo ya que la mano de obra estaba en reclutamiento. En consecuencia, las potencias en guerra recurrieron al trabajo femenino. En el sector agrario se incentivó la producción por todos los medios. Por ejemplo, Alemania obligó a cultivar las tierras comunales e Inglaterra estableció multas al terreno baldío. La producción industrial también experimentó un importante crecimiento sobre todo la industria metalúrgica para la fabricación de armamento y la textil para la confección de uniformes.
Distribución e intercambios: Los problemas de distribución de materias primas y alimentos se fueron agudizando a medida que transcurría la guerra. Los bloqueos comerciales por parte de ambos bandos obligaron a cambiar las rutas de comercio con un correspondiente aumento de los fletas. A su vez, una economía de guerra obligó a las autoridades a fijar cupos de importación, fijar precios y crear organismos de distribución de alimentos. Hasta Inglaterra, quien había mantenido el libre comercio durante la crisis de 1873, debió realizar medidas proteccionistas como derechos arancelarios. Por otro lado, los problemas de transporte interno fueron serios, por ejemplo, el Estado alemán subordinó a las empresas ferroviarias para organizar la circulación.
Financiamiento: El conflicto armado significó para los Estados involucrados en él un aumento del gasto público lo que provocaba inflación. Las posibilidades de financiamiento de la guerra eran tres: emitir moneda, recaudar más impuestos y a través de empréstitos internos. Una cuarta opción era la financiación externa en el caso de Gran Bretaña y sus aliados. Alemania tenía la idea de que al final de una guerra victoriosa, los vencidos pagarían los costos. Por eso, en su mayoría, recurrió a empréstitos internos para financiarse. Francia compartía la misma noción de Alemania y pensaba que los vencidos pagarían los costos de guerra. Recurrió en gran medida al crédito exterior, emisión de bonos y empréstitos de guerra. Inglaterra por su parte, logró la autorización para emitir moneda de los límites establecidos por ley; aunque la mayor financiación la obtuvo a partir de reformas impositivas. Con respecto a la financiación exterior, Gran Bretaña inicialmente era el banquero de sus aliados debido a su posición privilegiada. A medida que avanzó el conflicto, encontró cada vez más dificultades para desempeñar ese papel por lo que empezó a recibir dinero de Estados Unidos. En consecuencia, el papel de gran acreedor pasó en manos de EE.UU.
Empresas: Las empresas beneficiadas con la guerra fueron una serie de nuevas industrias que proveían bienes y servicios al ejército. El crecimiento de la demanda bélica favoreció a su vez el perfeccionamiento de las técnicas de organización científica del trabajo, concentrándose el fenómeno de estandarización. A partir de ella, la fabricación de un gran número de artículos se redujo a un corto número de tipos normalizados para ser producidos en serie. Por otro lado, la guerra modificó de manera profunda las relaciones entre gobierno, ciencia e industria. El Estado asumió la responsabilidad directa en la orientación de la actividad científica y la aplicación de esta en la industria. La guerra constituyó una etapa más en el proceso de concentración económica. La posición privilegiada que ostentaban las grandes empresas ya antes del conflicto les permitió ser beneficiarias preferenciales de los contratos estatales destinados al aprovisionamiento de las tropas, así también como créditos más baratos.
El resto del mundo: La guerra fue un importante factor en la expansión económica de algunos países situados fuera del escenario principal de los acontecimientos. Se abrieron perspectivas de exportación para cubrir una demanda distorsionada que permitía vender a precios altos, alimentos, materias primas, y productos industriales. Estados Unidos, al ser el único país industrializado fuera de Europa, abasteció la demanda de los que peleaban, de los países que antes compraban a Europa y de sus propias necesidades desde que entró en guerra en 1917. En América Latina, la guerra favoreció la expansión de la exportación de materias primas y alimentos que constituían la base de su participación en el mercado mundial. Por otro lado, el vacío generado por el retiro de capitales británicos en la región, permitió la posición de capitales privados estadounidenses. Japón, si bien estaba en guerra, su participación fue escasa, por lo que la actividad económica apenas se vio afectada. La base de la expansión japonesa fue la exportación de productos industriales hacia los mercados asiáticos abandonados por los europeos.
Consecuencias[editar · editar código]
Lucharon 65,8 millones de soldados, de los que murieron más de 1 de cada 8, un promedio de 6.046 hombres muertos cada día en los cuatro años que duró la guerra.[11] A consecuencia de esta guerra cayeron cuatro imperios -el alemán, el austrohúngaro, el ruso y el otomano- y tres grandes dinastías, los Hohenzollern, los Habsburgo y los Romanov. Confirmaba el final del Absolutismo Monárquico en Europa. Se calcula que la guerra produjo aproximadamente ocho millones de muertos y seis millones de inválidos. Francia fue el país más afectado proporcionalmente: 1,4 millones de muertos y desaparecidos, equivalentes a un 10% de la población activa masculina, acompañado por un déficit de nacimientos. El estancamiento demográfico francés se prolongó, con un envejecimiento de la población que sólo logró crecer con la inmigración. El norte francés estaba en ruinas: casas, puentes, vías férreas, fábricas, etc.
En el plano político, cuatro imperios autoritarios se derrumbaron, lo que transformó profundamente el mapa de Europa, rediseñado por el tratado de paz de 1919:
Nuevo equilibrio político mundial. Aunque las colonias suministraron víveres, materias primas y combatientes a sus metrópolis, tras la guerra los pueblos coloniales empezaron a cuestionar sus lazos con la metrópoli y reclamaron una mejora de su situación. Esto, sumado al progreso del nacionalismo en el seno de las colonias, constituirían el proceso de descolonización que iniciaría tras la Guerra y que concluiría con la independencia de varios Estados actuales, luego de la Segunda Guerra Mundial. A este primer declive de la influencia de Europa en las colonias, se sumó la expansión de Estados Unidos, el mayor beneficiado de la guerra junto con Japón, que reconsideraría su aislamiento de los asuntos mundiales, y que junto con el Imperio Japonés tendrían un lugar destacado en la escena internacional.
Transformación social. Las diferencias sociales se acentuaron con el enriquecimiento de los mercaderes de armas y el empobrecimiento de los pequeños ahorradores, los retirados y los asalariados afectados por la inflación. Las mujeres adquirieron un nuevo lugar en la sociedad y se volvieron indispensables durante toda la guerra, en el campo, las fábricas, las oficinas, las escuelas (para compensar la marcha de numerosos profesores). El feminismo progresaba, el derecho a voto fue acordado en Gran Bretaña, Alemania, Estados Unidos, Turquía y Rusia, pero no en Francia. Los cambios sociales estarán estrechamente ligados a la lucha política que emprenderán el Liberalismo, el Comunismo, y el Fascismo a lo largo del siglo XX.

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Tanque de la Primera Guerra Mundial.
Consecuencias tecnológicas. La contienda reveló la maquinaria de terror paradójicamente surgida de los avances y progreso de la ciencia y la tecnología. El intenso desarrollo de los instrumentos y técnicas de guerra (vgr. Fusiles de repetición, ametralladoras, gases venenosos dando origen a la guerra biológica y química, vehículos de combate, dirigibles, primeros aviones de guerra, y acorazados de acero) modificarían la ciencia militar cuyas prácticas datan de varios siglos atrás de conflictos humanos. La artillería multiplicó los calibres, aumentó el alcance y mejoró los métodos de corrección. El transporte motorizado se generalizó y volvió obsoleta la artillería impulsada por personas o animales de tiro; el caballo dejó de ser útil como instrumento militar. Igualmente supuso cambios en la estrategia militar donde en adelante sería necesario el sigilo y el escondite de las tropas para poder combatir, modificando la vestimenta de los soldados con tal fin.
También se revelaría el grave daño que padecería la población civil producto de los bombardeos a las ciudades y otros daños colaterales; la población civil y no beligerante se transformarías en nuevas víctimas visibles y objetivos militares de la nueva forma de hacer la guerra que reveló la Primera Guerra Mundial, producto de la masificación de los ataques no convencionales por un armamento mucho más destructivo y de mayor alcance.
Consecuencias políticas en Alemania. Los cinco tratados tras la guerra, principalmente el suscrito en Versalles, ocasionaron un ambiente de opresión hacia los vencidos. La nueva Alemania republicana sufrió las consecuencias del Imperio Alemán y su economía fue explotada por los vencedores. Así surgieron tesis tanto izquierdistas como derechistas para acabar con esta situación. Los golpes contra el sistema comenzaron cuando, en 1921, milicias comunistas se levantaron en Múnich. La revuelta fue sofocada. Adolf Hitler culpaba a los marxistas alemanes de la rendición alemana, alegando como pruebas la constitución progresista de Weimar y el armisticio a continuación. Cuando Hitler aún seguía en las trincheras, los militares alemanes convencían a la población civil de que la guerra podía ser ganada, mientras que confesaban a los políticos que la rendición era ineludible. Pero Hitler sostuvo esta tesis en el Partido Nacional Socialista Alemán de los Trabajadores y, con ella, dirigió el denominado Putsch de Múnich de 1923 contra la sede del gobierno. El golpe militar fue aplastado y Hitler recluido en prisión durante ocho meses. Sin embargo, el 30 de enero de 1933 Hitler fue nombrado canciller por el presidente Paul von Hindenburg, y el 5 de marzo de 1933 obtuvo el 43,91% de los votos en las elecciones, con lo que obtuvo la mayoría del Reichtag.
Testimonios, literatura y filmografía[editar · editar código]
En sus Memorias de mi vida el mariscal Paul von Hindenburg considera que Alemania no perdió la guerra por causas militares. En 2001 se publicó la biografía de Mata Hari de Russell Warren Howe. Roger Vercel publicó una famosa serie de novelas sobre el Capitán Conan que dio lugar a la película homónima de Bertrand Tavernier; también fue llevada al cine El pabellón de los oficiales de Marc Dugail por François Dupeyron. Han tratado el tema Derek Robinson, Alexander Fullerton y Anne Perry. Jan Morris elaboró una biografía del almirante Fisher, Peter Kilduff una nueva del Barón Rojo; hay ensayos sobre la guerra aérea (Aces falling, de Peter Hart, o On a wing and a prayer de Joshua Levine. En Tolkien and the Great War (Harper Collins, 2003) se rastrea en las imágenes que vio el autor en las trincheras los paisajes desolados de Mordor (la salvación de Minas Tirith por un ejército de muertos la habría inspirado un texto de Siegfried Sassoon).
Muchos poetas ingleses escribieron sobre esta traumática experiencia. Her Privates We, de Frederic Manning, fue aplaudida por Hemingway, T. S. Eliot y T. E. Lawrence. La marcha Radetzky, de Joseph Roth, retrata el fin del imperio austrohúngaro; satírica es la visión del clásico checo Las aventuras del buen soldado Svejk, de Jaroslav Hašek. Son clásicos del pacifismo Sin novedad en el frente, de Erich María Remarque y Johnny cogió su fusil, de Dalton Trumbo; también es clásica Adiós a las armas, de Hemingway y El final del desfile de Ford Madox Ford.
Otros grandes clásicos imprescindibles del conflicto son Adiós a todo eso, memorias de Robert Graves (Muchnik, 2000); Los Siete Pilares de la Sabiduría de T. H. Lawrence, Tempestades de acero, de Ernst Jünger y El miedo, de Gabriel Chevallier (1895-1969).
En el cine destacan Senderos de gloria, de Stanley Kubrick, basada en una novela de Humphrey Cobb inspirada en hechos reales; La gran ilusión, de Jean Renoir; Sargento York, de Howard Hawks; Sin novedad en el frente en su varias versiones; Rey y patria, de Joseph Losey; El gran desfile, de King Vidor; Gallipoli, de Peter Weir; Capitán Conan, El pabellón de los oficiales y Lawrence de Arabia. La última película realizada sería Caballo de batalla (War Horse) de Steven Spielberg, basada en la novela homónima de Michael Morpugo. En cuanto a filmes sobre aviación, están desde Alas o Águilas azules y Fly boys (2006).

La Primera Guerra Mundial fue un acontecimiento bélico internacional que, iniciado en Europa en agosto de 1914, no sólo llegó a convertirse en una "guerra total" sino que trascendió al ámbito mundial cuando intervinieron en ese conflicto naciones situadas en otros continentes. Por primera ocasión en la historia de la humanidad, una lucha armada incluía países muy alejados geográficamente; además su evolución y desenlace dejaron una secuela de cambios trascendentales que afectaron al mundo entero. Sin embargo, hasta antes de 1945 este fenómeno histórico fue conocido como la "Gran Guerra" y no sería hasta después de ocurrida la Segunda Guerra Mundial cuando se hizo necesaria la distinción numérica secuencial entre ambos conflictos. Por su magnitud y consecuencias, la Primera Guerra Mundial constituye una profunda brecha que separa el siglo XX de todo lo que le precedió, no obstante que sus orígenes se encuentran, por supuesto, en los hechos del pasado inmediato

Introducción:  La formación de alianzas
El dominio sobre las áreas coloniales provocó conflictos entre las potencias que se resolvían a través de acuerdos diplomáticos, o bien de guerras que se mantenían dentro de un mareo estrictamente local. Además, las alianzas que se formaban duraban poco y los países cambiaban de bando frecuentemente, según las circunstancias.
Sin embargo, las reglas de juego de la diplomacia internacional fueron variando poco a poco. A medida que crecían las necesidades de expansión de las grandes potencias industriales, las confrontaciones se fueron haciendo incontrolables. Por un lado, era difícil resolver los conflictos en un escenario que se había ampliado. Los enfrentamientos ya no sólo podían presentarse en Europa sino también en África, China o el Medio Oriente. Además, había nuevos competidores y eran muy agresivos. Estados Unidos y Japón se habían convertido en grandes potencias que se disputaban el dominio del área del Pacífico. Alemania aparecía pujante y poderosa, pero insatisfecha por haber llegado tarde al reparto colonial. Sus intereses expansionistas en China y África del Sur chocaban con el dominio que los ingleses habían establecido en esas zonas. Justamente, las posiciones irreconciliables entre Alemania e Inglaterra fueron las que generaron un sistema de alianzas permanentes que puso en peligro la paz mundial. Por un lado, se formó la Triple Alianza, que en realidad fue sólo una alianza entre Alemania y Austria-Hungría, pues Italia, el tercer integrante, no tardó en apartarse. Por otro, Francia, el Imperio ruso y Gran Bretaña se unieron en la Triple Entente.
La política interna y los nacionalismos
La situación fue tomándose aún más explosiva a raíz de los conflictos internos que atravesaban muchas de las grandes potencias. Rusia estaba amenazada por una revolución social, el Imperio austro-húngaro se desgarraba en luchas entre nacionalidades que ya no podían ser controladas por el gobierno; en el Estado alemán los enfrentamientos políticos paralizaban la política exterior. Los gobiernos parlamentarios, como los de Gran Bretaña y Francia, debían hacer frente a los reclamos de los trabajadores y los sectores medios que demandaban mayores derechos políticos y mejores condiciones de vida.
Muchos gobiernos trataron de resolver estas crisis sociales y políticas llamando a todos los sectores a dejar de lado sus diferencias y a unirse detrás de los superiores intereses nacionales. Fomentaron un sentimiento patriótico
La escuela y el servicio militar obligatorio les sirvieron para estimular los sentimientos nacionalistas a través de ceremonias diarias, como el izamiento de la bandera. Con el mismo objetivo se establecieron nuevas fiestas nacionales, como la que conmemora la Revolución Francesa, recordada los 14 de julio en Francia.
La prensa también jugó un papel importante en todo este proceso exagerando las cualidades de la nación y ridiculizando o disminuyendo las de los pueblos extranjeros.
Pero había otro nacionalismo, el de los pueblos dominados por naciones extranjeras y que luchaban por su autonomía. Tal el caso de los Balcanes, considerado el polvorín de Europa.
La mayor parte del territorio de los Balcanes estaba dominada por los imperios turco y austro-húngaro. A principios del siglo XX, los Balcanes constituían una de las zonas más explosivas de Europa. En ella chocaban distintos intereses. Los serbios querían construir un Estado yugoslavo que reuniera a todos los eslavos de la región. Para ello, debían apropiarse de territorios que estaban en poder de los imperios austro-húngaro y turco. El imperio ruso, alejado del Extremo Oriente tras su derrota ante los japoneses en 1901. 1905, estaba interesado en extender sus dominios hasta el Mediterráneo. Para lograrlo, prometió su ayuda a los serbios.
Alemania, Francia e Inglaterra deseaban apropiarse del territorio que en la zona ocupaba el imperio turco para dominar un punto estratégico: el estrecho de los Dardanelos, puerta esencial para la comunicación entre el Mediterráneo y Asia central.
En los Balcanes confluían todos los odios, las rivalidades y las insatisfacciones que se habían ido acumulando durante las últimas décadas. Era por lo tanto previsible que una crisis en la región pudiera provocar el estallido de una guerra generalizada. El acontecimiento fatal tuvo lugar en Sarajevo, el 28 de junio de 1914.
Francisco Femando, heredero del trono de Austria-Hungría, y su esposa fueron asesinados por un estudiante nacionalista serbio. Austria-Hungría quiso aprovechar el atentado para aniquilar a Serbia y le declaró la guerra. Rusia respondió movilizando sus tropas en defensa de los serbios. Inmediatamente el sistema le alianzas —la Triple Entente y la Triple Alianza— se puso en funcionamiento. El 5 de agosto de 1914 comenzaba la Primera Guerra Mundial.
Una vez declarada la guerra, una oleada de patriotismo se extendió por todos los países involucrados. En Berlín, París y Londres, los hombres acudieron fervorosos para matar o morir defendiendo la bandera de su nación. Pensaban regresar para Navidad con el orgullo de la victoria conseguida. Pero muchos no volvieron. Los que regresaron, después de cuatro largos años de penurias, enfermedades y muerte, quedaron para siempre marcados por los recuerdos de una experiencia terrible.
QUE FUE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL:
El 3 de agosto de 1914 era ya un hecho la primera guerra mundial, el ministro británico de asuntos exteriores Edward Grey se hallaba frente a su ventana de su despacho y veía sobre Londres el crepúsculo, entonces pronunció unas palabras que se han hecho famosa: "En toda Europa se apagan ahora las luces: puede suceder que jamás volvamos a verlas encendidas".
Su predicción se cumplió, la guerra que entonces empezaba significó la muerte de la vieja Europa, el final de los viejos tiempos el desmoronamiento definitivo de una concepción del mundo. Esta guerra, que tendría que haber puesto fin a las guerras, dio origen a nuevos enfrentamientos, a nuevas guerras. El conflicto fue provocado en Sarajevo, el 28 de junio de 1914 cuando el heredero del trono austro-húngaro, el archiduque Francisco Fernando cayó víctima de un terrorista servio. Pero como es natural, las causas de la guerra eran más profundas, consistían fundamentalmente en 3 antagonismos:
1.- Entre Alemania y Francia, en forma de una enemistad reactivada por la derrota francesa de 1871, y la pérdida de Alsacia-Lorena.
2.- Entre Alemania e Inglaterra, competencia en el terreno de la industria de la política colonial y del rearme maruno.
3.- Entre Austria-Hungría y Rusia, por el dominio de los Balcanes.
El conflicto militar que comenzó como un enfrentamiento localizado en el Imperio Austro-Húngaro y Serbia el 28 de julio de 1914; se transformó en un enfrentamiento armado a escala europea cuando la declaración de guerra austro-húngara se extendió a Rusia el 1 de agosto de 1914; Finalmente, pasó a ser una guerra mundial en la que participaron 32 naciones. Veintiocho de ellas, denominadas aliadas o potencias asociadas y entre las que se encontraban Gran Bretaña, Francia, Rusia, Italia y Estados Unidos, lucharon contra la coalición de los llamados Imperios Centrales, integrada por Alemania, Austria-Hungría, Imperio Otomano y Bulgaria.

La causa inmediata del inicio de las hostilidades entre Austria-Hungría y Serbia fue el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Habsburgo, heredero del trono austro-húngaro, cometido en Sarajevo el 28 de junio de 1914 por Gavrilo Princip, un nacionalista serbio.
No obstante, las causas profundas del conflicto remiten a la historia europea del siglo XIX, concretamente a las tendencias económicas y políticas que imperaron en Europa desde 1871, año en el que fue fundado el II Imperio Alemán, y este Estado emergió como una gran potencia.
Entre 1914 y 1918 se desarrolló en Europa la mayor conflagración hasta entonces conocida. Motivada por conflictos imperialistas entre las potencias europeas, la "gran guerra", como se denominó originalmente a la primera guerra mundial, implicó a toda la población de los estados contendientes, así como a la de sus colonias respectivas.
Se puede decir entonces que el origen de la primera contienda mundial debe buscarse en la existencia de dos grandes bloques antagónicos: la Triple Alianza (Alemania, Imperio austro-húngaro e Italia) y la Triple Entente (Francia, Gran Bretaña y Rusia), aunque su causa inmediata fue el asesinato en Sarajevo del archiduque Francisco Fernando de Austria el 28 de junio de 1914. Viena, que consideraba con recelo el engrandecimiento de Servia, se apresuró a culparla del magnicidio y exigió satisfacciones como preámbulo de su declaración de guerra el 28 de julio. Rusia, erigida en campeona de los países eslavos frente a Austria, proclamó la movilización general, mientras Alemania, que había dado seguridades a su aliada para una ayuda total en caso de conflicto con Rusia, envió un ultimátum a este país, y otro a Francia como advertencia y más tarde la declaración de guerra a ambos países.
Por su parte, Inglaterra, que vacilaba en comprometerse con sus aliados, reaccionó al exigir Alemania a Bélgica paso libre para sus tropas.
EL PLAN SCHLIEFFEN
Los alemanes contaban con deshacerse enseguida de Francia y dirigir luego sus golpes contra Rusia. Su confianza se basaba en el Plan Schlieffen para rodear el poderoso sistema francés de fortificaciones. El plan preveía que el ala derecha, que concentraba el grueso de las fuerzas alemanas, efectuara un avance arrollador a través de Bélgica, mientras el ala izquierda, mucho menos potente, incitaría al enemigo al ataque. Al pasar los franceses a la ofensiva contra el ala izquierda, harían funcionar el dispositivo como una puerta giratoria: cuanto más presionara, con tanta mayor violencia giraría el ala derecha a la zaga. Sin embargo, el plan fracasó, los frentes llegaron a estabilizarse y las trincheras se extendieron desde la frontera suiza hasta el canal de la Mancha. En febrero de 1916, el alemán Falkenhayn desencadenó un violento ataque contra Verdún, que ocasionó una verdadera carnicería en ambos ejércitos y no se tradujo en éxito alguno para los atacantes.
FRENTE ORIENTAL E INTERVENCIÓN ESTADOUNIDENSE.
Entretanto, en el otro extremo de Europa se iba despejando la incógnita. A despecho de la pérdida de Galitzia por los austríacos, del revés alemán en Gummbinnen (agosto 1914) y del avance ruso por Prusia Oriental, Hindenburg y su jefe de Estado Mayor, Erich Ludendorff (foto) , lograron aplastar a las fuerzas del zar en Tannenberg (26-30 agosto). En 1917 Berlín reanudó la guerra submarina total, lo que acarrearía la entrada de Estados Unidos en la contienda (6 abril 1917).
Los alemanes desencadenaron el 21 de marzo de 1918 una serie de embestidas que rompieron varias veces el frente aliado en San Quintín, Lys y el Aisne; pero, pese a tan brillantes resultados, se produjo el agotamiento de las energías germanas. El 3 de octubre, el príncipe Max de Baden, canciller del Reich, pedía a Wilson un armisticio inmediato. El 29 capitulaba Austria y el 31 Turquía, mientras Alemania firmaría la paz y su derrota en Versalles (28 julio 1919).
En el transcurso de la I Guerra Mundial fueron famosas, por su encarnizamiento y su valor estratégico, las batallas de: Arrás, Artois, Cambrai, Caporetto, Jutlandia, Marne, Somme, Tannenberg, Verdún e Yprès.
Fueron muchos los enfrentamientos que se dieron en el transcurso de los cuatro años que duró la primera guerra mundial, un desarrollo cronológico de la misma podrá observarse en anexos.
ANTECEDENTES DE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL
Fueron varias los enfrentamientos que sirvieron de preludio a la primera guerra mundial, entre ellos se pueden mencionar:
1.-La guerra franco-prusiana:
En 1870 Francia fue vencida por el ejército prusiano, disciplinado y bien armado, mandado por Moltke. Se completó la unidad de Alemania y los príncipes de muchos Estados reconocieron como emperador a Guillermo. La derrota y las pérdidas territoriales colocaron a Francia en situación tirante con Alemania.
2.-La liga de los tres emperadores:
La máxima ambición del canciller de hierro alemán Bismarck, era mantener aislada a Francia. Se vio realizada en 1873 mediante la Liga de los Tres Emperadores: el de Alemania, el estado más fuerte del continente.
3.- La Triple Alianza:
En los Balcanes, el enfrentamiento de los intereses rusos y austríacos condujo en 1878 a la disolución de la Liga de los Tres Emperadores. En 1879 la alianza entre Alemania y Austria-Hungría se hizo más fuerte y en 1882 se amplió con Italia. En 1887 Alemania y Rusia firmaron un tratado mediante el cual estrecharon sus relaciones.
4.- La Triple Entente:
El nuevo emperador de Alemania Guillermo II destituyó a Bismarck y no renovó el tratado con Rusia, lo que aprovechó Francia que estaba aislada para aliarse con Rusia en 1894. En 1904 se alió también con Inglaterra. Poco después se aliaron también Inglaterra y Rusia, con lo que en 1907 quedó terminada la Triple Entente. El cerco de Alemania era ya un hecho.
5.- Las primeras descargas:
El camino hacia la catástrofe de 1914 pasó por Marruecos y los Balcanes. En el Marruecos francés intentaron hacerse valer los intereses comerciales alemanes, la consecuencia entre otras, fue la crisis de Agadir de 1911. La debilidad de Turquía llevó a sus amigos a la ruina.
LAS DECLARACIONES DE GUERRA
Austria declaró la guerra a Serbia el 28 de julio, ya fuera porque creía que Rusia no llegaría a unirse a Serbia o porque estaba dispuesta a correr el riesgo de un conflicto europeo general con tal de poner fin al movimiento nacionalista serbio. Rusia respondió movilizándose contra Austria. Alemania advirtió a Rusia de que si persistía en su actitud le declararía la guerra, y consiguió que Austria accediera a discutir con Rusia una posible modificación del ultimátum enviado a los serbios.
No obstante, Alemania insistió en que los rusos retiraran sus tropas inmediatamente. Rusia se negó a hacerlo y Alemania le declaró la guerra el 1 de agosto.
Los franceses comenzaron la movilización de sus fuerzas ese mismo día; las tropas alemanas cruzaron la frontera de Luxemburgo el 2 de agosto y Alemania declaró la guerra a Francia el 3 de agosto. El día anterior, el gobierno alemán había informado al gobierno belga de su intención de marchar sobre Francia cruzando Bélgica, a fin de evitar que los franceses utilizaran esta ruta para atacar Alemania. Las autoridades belgas se negaron a permitir el paso por su territorio de las tropas alemanas y recurrieron a los países firmantes del Tratado de 1839 —en el que se garantizaba la neutralidad de Bélgica en el caso de un conflicto en el que estuvieran implicados Gran Bretaña, Francia y Alemania— para que se cumpliera lo establecido en dicho acuerdo. Gran Bretaña, uno de los países signatarios del Tratado de 1839, envió un ultimátum a Alemania el 4 de agosto en el que se exigía que se respetara la neutralidad de Bélgica; Alemania rechazó la petición y el gobierno británico le declaró la guerra ese mismo día.
Italia permaneció neutral hasta el 23 de mayo de 1915, cuando rompió su pacto con la Triple Alianza para satisfacer sus aspiraciones territoriales y declaró la guerra a Austria-Hungría. La unidad de los aliados se fortaleció en septiembre de 1914 a través del Pacto de Londres, firmado por Francia, Gran Bretaña y Rusia. A medida que avanzaba la contienda, fueron sumándose al conflicto países como el Imperio otomano, Japón, Estados Unidos y otras naciones del continente americano. Japón, que había firmado una alianza con Gran Bretaña en 1902, declaró la guerra a Alemania el 23 de agosto de 1914, y el 6 de abril de 1917 lo hizo Estados Unidos.
CAUSAS DE LA I GUERRA MUNDIAL
La causa inmediata que provocó el estallido de la primera guerra mundial fue, como ya sé mencionó, el asesinato del archiduque de Austria-Hungría, Francisco Fernando, en Sarajevo Serbia, el 28 de Junio de 1914.
Los verdaderos factores que desencadenaron la I Guerra Mundial fueron el intenso espíritu nacionalista que se extendió por Europa a lo largo del siglo XIX y comienzos del XX, la rivalidad económica y política entre las distintas naciones y el proceso de militarización y de vertiginosa carrera armamentística que caracterizó a la sociedad internacional durante el último tercio del siglo XIX, a partir de la creación de dos sistemas de alianzas enfrentadas.
El nacionalismo
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La Revolución Francesa y las Guerras Napoleónicas habían difundido por la mayor parte del continente europeo el concepto de democracia, extendiéndose así la idea de que las poblaciones que compartían un origen étnico, una lengua y unos mismos ideales políticos tenían derecho a formar estados independientes. Sin embargo, el principio de la autodeterminación nacional fue totalmente ignorado por las fuerzas dinásticas y reaccionarias que decidieron el destino de los asuntos europeos en el Congreso de Viena (1815). Muchos de los pueblos que deseaban su autonomía quedaron sometidos a dinastías locales o a otras naciones. Por ejemplo, los estados alemanes, integrados en la Confederación Germánica, quedaron divididos en numerosos ducados, principados y reinos de acuerdo con los términos del Congreso de Viena; Italia también fue repartida en varias unidades políticas, algunas de las cuales estaban bajo control extranjero; los belgas flamencos y franceses de los Países Bajos austriacos quedaron supeditados al dominio holandés por decisión del Congreso.
Las revoluciones y los fuertes movimientos nacionalistas del siglo XIX consiguieron anular gran parte de las imposiciones reaccionarias acordadas en Viena. Bélgica obtuvo la independencia de los Países Bajos en 1830; la unificación de Italia fue culminada a cabo en 1861, y la de Alemania en 1871. Sin embargo, los conflictos nacionalistas seguían sin resolverse en otras áreas de Europa a comienzos del siglo XX, lo que provocó tensiones en las regiones implicadas y entre diversas naciones europeas. Una de las más importantes corrientes nacionalistas, el paneslavismo, desempeñó un papel fundamental en los acontecimientos que precedieron a la guerra.
El imperialismo:
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El espíritu nacionalista también se puso de manifiesto en el terreno económico. La Revolución Industrial, iniciada en Gran Bretaña a finales del siglo XVIII, en Francia a comienzos del XIX y en Alemania a partir de 1870, provocó un gran incremento de productos manufacturados, por lo que estos países se vieron obligados a buscar nuevos mercados en el exterior. El área en la que se desarrolló principalmente la política europea de expansión económica fue África, donde los respectivos intereses coloniales entraron en conflicto con cierta frecuencia. La rivalidad económica por el dominio del territorio africano entre Francia, Alemania y Gran Bretaña estuvo a punto, desde 1898 hasta 1914, de provocar una guerra en Europa en varias ocasiones.
La expansión militar:
Como consecuencia de estas tensiones, las naciones europeas adoptaron medidas tanto en política interior como exterior entre 1871 y 1914 que, a su vez, aumentaron el peligro de un conflicto; mantuvieron numerosos ejércitos permanentes, que ampliaban constantemente mediante reclutamientos realizados en tiempo de paz, y construyeron naves de mayor tamaño. Gran Bretaña, influida por el desarrollo de la Armada alemana, que se inició en 1900, y por el curso de la Guerra Ruso-Japonesa, modernizó su flota bajo la dirección del almirante sir John Fisher. El conflicto bélico que tuvo lugar entre Rusia y Japón había demostrado la eficacia del armamento naval de largo alcance. Los avances en otras áreas de la tecnología y organización militar estimularon la constitución de estados mayores capaces de elaborar planes de movilización y ataque muy precisos, integrados a menudo en programas que no podían anularse una vez iniciados.
Los dirigentes de todos los países tomaron conciencia de que los crecientes gastos de armamento desembocarían con el tiempo en quiebras nacionales o en una guerra; por este motivo, se intentó favorecer el desarme mundial en varias ocasiones, especialmente en las Conferencias de La Haya de 1899 y 1907. Sin embargo, la rivalidad internacional había llegado a tal punto que no fue posible alcanzar ningún acuerdo efectivo para decidir el desarme internacional.
De forma paralela al proceso armamentístico, los Estados europeos establecieron alianzas con otras potencias para no quedar aisladas en el caso de que estallara una guerra. Esta actitud generó un fenómeno que, en sí mismo, incrementó enormemente las posibilidades de un conflicto generalizado: el alineamiento de las grandes potencias europeas en dos alianzas militares hostiles, la Triple Alianza, formada por Alemania, Austria-Hungría e Italia, y la Triple Entente, integrada por Gran Bretaña, Francia y Rusia. Los propios cambios que se produjeron en el seno de estas asociaciones contribuyeron a crear una atmósfera de crisis latente, por la cual el periodo fue denominado 'Paz Armada'
Las causas de la Primera Guerra Mundial se pueden resumir de la forma siguiente:
·         Rivalidades territoriales y nacionalismos:
o   Alemania intenta borrar la cultura francesa en Alsacia y Lorena. Se forma la "Liga para la defensa de Alsacia y Lorena"
o   Caos en los Balcanes.
o   Fronteras entre Grecia y Albania.
o   Los alemanes arman al ejército turco en los estrechos. Los rusos ven muy mal esto.
Rivalidades económicas:
·         Alemania tenía un gran crecimiento.
·         Muchos países compraban productos alemanes.
·         La razón de su crecimiento es que ofrecen mejores créditos que Inglaterra lo que origina una mayor rivalidad.
Rivalidades psicológicas o político-diplomáticas:
·         Alemania tenía en 1913 850 mil hombres en pie de guerra.
·         Austria 160 mil hombres.
·         Francia aumenta el servicio militar.
·         Rusia dos millones de soldados, pero mal armados.
·         Inglaterra no tenía un ejército terrestre muy grande. Se aprovechaban de los soldados autóctonos de los ejércitos que colonizaban. Pero tenían un impresionante poder naval.
·         Todos los ejércitos suponen muchos gastos a los países. Los gobiernos tienen que ir engañando a su población, les dicen que la guerra está a punto, que hay que estar preparado. Hacen un llamamiento patriótico.
CARACTERÍSTICAS DE LA I GUERRA MUNDIAL
Los principales elementos que caracterizaron la I guerra mundial fueron:
Se creía que la guerra duraría unas semanas, pero duró cuatro años, tres meses y catorce días.
Fueron muchas las personas que participaron en esta guerra, por ejemplo Alemania contaba con 1.913.850 mil hombres en pié de guerra, aproximadamente. Austria con 160 mil hombres. Rusia con 2.000.000 de soldados. Inglaterra no contaba con un ejército terrestre grande, se aprovechaba de los soldados autóctonos de los ejércitos que colonizaban, pero contaba con un impresionante poder naval.
El 28 de junio de 1914 el príncipe heredero de Austria-Hungría y su esposa fueron asesinados, en su visita a Sarajevo capital de Bosnia, por un estudiante servio, Gavrilo Princip. Los promotores del atentado habían sido los nacionalistas servios. Austria-Hungría presenta a Servia UN ultimátum que no podía aceptarse. Estalló pues, la guerra en una semana, "la semana negra", del 28 de julio al 4 de agosto, todas las grandes potencias, menos Italia, se vieron arrastradas a ella.
La I Guerra Mundial se caracterizó por las grandes matanzas que hubo, por un incidente en los Balcanes surgió un devastador incencio mundial. En el oeste los frentes se fijaron en una inhumana guerra de trincheras. Las llanuras de Flandes fueron arrasadas por un inintrerrumpido fuego de artillería y se convirtieron en un infierno de fango, minas, alambradas y cortinas de gas. Ataque tras ataque se intentaba, por ambas partes, romper el frente del enemigo. Se produjeron cuantiosas pérdidas de vidas humanas.
Ya antes de la Primera Guerra Mundial había aparecido importantes armas por ejemplo, el fusil de repetición, las ametralladoras, etc.
Los ejércitos iniciaron la guerra con la idea básica de la supremacía de la ofensiva, que cambiaron a lo largo del desarrrollo de los acontecimientos. El empleo de la ametralladora terminó con la caballería, su eficacia en la defensa hizo fracasar los ataques masivos y originó el nacimiento de la sección y del pelotón. La guerra de trincheras introdujo el uso del mortero, el carro de combate dio inicio a la guerra acorazada, la artillería multiplicó calibres, aumentó alcances y mejoró métodos de corrección. En 1915 empezaron a emplearse gases asfixiantes con la toma de las ciudades belgas, se dio inicio a la guerra biológica y química, la fortificación de campaña se perfeccionó y favoreció el auge de la guerra de trincheras, el transporte motorizado se generalizó y la aviación de guerra libró batallas aéreas independientes.
Los ejércitos en ambos lados lucharon en trincheras, unas zanjas profundas que se cavaban para servir de protección para las tropas. Las condiciones eran espantosas; hubo inundaciones, lodo, ratas y cadáveres. Las trincheras de la línea de frente eran el blanco de fuego pesado; los hombres se salían de las trincheras para avanzar y atacar a las tropas enemigas.
El avión fue utilizado como arma de guerra, los primeras combates entre pilotos fueron con pistolas y con carabinas. En octubre de 1914, en la primera confrontación un avión francés atacó con fuego de ametralladora a un avión alemán, marcando así, la primera victoria aérea. El avión de bombardeo se creó después de iniciada la guerra. En 1917 los bombarderos alemanes atacaron Londres y otras ciudades inglesas, principalmente durante la noche. El uso de portaviones se inicia a finales de 1915, cuando el teniente Towler despega del crucero Vindex.
La I Guerra Mundial estimuló enormemente la fabricación de aeronaves, su uso con fines militares y el desarrollo de la guerra aérea; se construyeron dirigibles, globos y aviones. Éstos últimos se utilizaban principalmente para dos tipos de misiones: la observación y el bombardeo. La exploración de los frentes de batalla fijos se llevaba a cabo mediante pequeños globos con cuerdas; los dirigibles servían para realizar reconocimientos en el mar, y los aeroplanos, para sobrevolar las zonas costeras. Con respecto a las operaciones militares terrestres, los aeroplanos se empleaban para observar la disposición de las tropas y defensas del enemigo y bombardear sus líneas o a sus fuerzas cuando entraban en combate.
Desde mediados de 1915 se hicieron frecuentes los combates aéreos entre aviones o escuadrones enemigos. Los alemanes disfrutaron de la supremacía aérea en el frente occidental desde octubre de 1915 hasta julio de 1916, año en el que los británicos demostraron su superioridad. Entre los más importantes aviadores, cabe destacar al estadounidense Eddie Rickenbacker, al canadiense William Avery Bishop y al barón alemán Manfred von Richtofen.
En cuanto a la guerra marítima, a comienzos de la guerra, el grueso de la flota británica, la Gran Flota, contaba con veinte acorazados y numerosos cruceros y destructores; estaba ubicada en la base de Scapa Flow, situada en las islas Orcadas, mientras que una segunda flota protegía el canal de la Mancha. La Flota de Altamar alemana estaba compuesta por trece acorazados y tenía sus bases en los puertos alemanes de mar del Norte.
El enfrentamiento naval más importante de la guerra fue la batalla de Jutlandia, librada el 31 de mayo y el 1 de junio de 1916 entre la Gran Flota británica y la Flota de Altamar alemana, y tras la cual Gran Bretaña pudo conservar su supremacía naval. No obstante, los alemanes consiguieron romper el bloqueo británico y reanudaron la guerra submarina sin restricciones en 1917, persuadidos de que éste era el único método con el que podrían derrotar a Gran Bretaña; esta estrategia no condujo a la rendición de los británicos, sino que motivó que Estados Unidos declarara la guerra a Alemania. Los ataques de los submarinos alemanes a los convoyes británicos en el océano Atlántico y en el mar del Norte ocasionaron la destrucción de numerosas embarcaciones.
Durante 1917 la guerra submarina alemana fracasó en su intento de provocar la rendición de Gran Bretaña mediante la destrucción de la flota aliada, de la que los británicos dependían para la obtención de alimentos y suministros. La campaña submarina alemana parecía eficaz en sus comienzos; hacia finales de 1916, los alemanes hundían mensualmente alrededor de 300 toneladas de embarcaciones británicas y aliadas en el océano Atlántico norte; la cifra ascendió a 875.000 toneladas en el mes de abril, por lo que los alemanes estaban seguros de conseguir la victoria en breve. Sin embargo, Gran Bretaña consiguió, desde el verano, restar eficacia a la estrategia alemana siguiendo varios métodos: adoptó un sistema de convoyes en el que las flotas mercantes eran protegidas por destructores y cazasubmarinos, utilizó hidroaviones para detectar a los submarinos, y empleó cargas de profundidad para destruirlos. Al llegar el otoño, los alemanes comenzaron a perder numerosos submarinos, a pesar de que seguían hundiéndose una gran cantidad de barcos aliados. A su vez, las naciones aliadas, especialmente Estados Unidos, construían rápidamente nuevas embarcaciones. El intento alemán de poner fin a la guerra a través de la guerra submarina había fracasado.
La acción más destacable de 1915 fue el bloqueo submarino impuesto por Alemania a Gran Bretaña. El hundimiento del trasatlántico de pasajeros Lusitania a manos de un submarino alemán el 7 de mayo costó la vida a muchos súbditos estadounidenses, lo que originó una polémica que estuvo a punto de provocar la guerra entre Estados Unidos y Alemania, modificando ésta última sus métodos de guerra submarina para satisfacer al gobierno estadounidense. Sin embargo, en marzo de 1916, el hundimiento por un submarino alemán del buque de vapor francés Sussex en el canal de la Mancha y la existencia de víctimas estadounidenses hizo estallar un nuevo conflicto entre estos países.
Otra de las principales características de la I guerra mundial fue la participación de un gran número de naciones, a partir del asesinato del archiduque de Austria-Hungría se produjo una reacción en cadena y los países de la triple alianza se enfrentaron contra los de la triple Entente. Rusia quería acabar con el Imperio Austrohúngaro, apoyó a Serbia y declaró la guerra al imperio.
Alemania, aliada de Austria, declaró la guerra cuando estos invadieron Bélgica. Turquía y Bulgaria se unieron a Austria y Alemania, mientras que Japón, Rumania, Grecia, Portugal e Italia se incorporaron dentro del bloque de la triple Entente. En 1917, soldados de Alemania hundieron varios barcos mercantes estadounidenses por lo que Estados Unidos le declaró la guerra, es así como, con excepción de algunos países del mundo, en especial América del Sur, sufrieron la más horrible de las guerras.
Vale la pena destacar el importante papel que jugaron las mujeres, en su casa, haciendo trabajos que previmante habían sido catalogados como no femeninos, o reservados para los hombres.
Las mujeres manejaban camiones, ensamblaban armas y empacaban municiones peligrosas, balas, bombas y proyectiles. Las mujeres también viajaron a Bélgica y Francia para servir en los hospitales militares.

Fueron muchos los elementos que caracterizaron la I guerra mundial, pero podemos decir que:
·         Durante la I guerra mundial surgió el gas tóxico y el lanza-llamas. (ver foto arriba)
·         Gran Bretaña utilizó artistas oficiales de guerra para consignar la contienda.
·         Los soldados disponían de fusiles que podían alcanzar un blanco a una distancia máxima de 800 mts.
·         Francia y Estados Unidos realizaron en 1909 los primers intentos en aviación militar.
·         Durante la guerra entre el imperio atomano e Italia se llevó a cabo las primeras misiones de aviación militar en 1911.

PERSONAJES IMPORTANTES
Durante los cuatro años que duró la primera guerra mundial fueron muchas las personas que intervinieron activamente, tanto en los campos de batalla, como en la planificación de las estrategias bélicas, a continuación se presentan algunos de esos personajes y sus principales acciones:
·         Archiduque Francisco Fernando de Austria: heredero de la Corona imperial austríaca, fue asesinado en la ciudad de Sarajevo (Bosnia). Austria responsabilizó a Serbia del atentado y en el mes de Julio le declaró la guerra.
·         Helmuth Von Molke: ejecutó un plan contra Francia y Rusia.
·         Erich Von Falkenhaym: general alemán que hizo frente a la ofensiva anglo-francesa.
·         A.V Sam Sonov y P.K. Rennen Kampf: generales que derrotaron al ejercito Austríaco.
·         Paul Von Hinderburg y Erich Ludendorff: derrotaton al ejercito ruso en las batallas de Tannanberg. Ludendorff solicitó al gobierno un armisticio.
·         Guillermo II: Emperador d Baviera huyó a los países bajos por el levantamiento contra el Rey.
·         Simuts: general que recibe el mando de las fuerzas aliadas que sé encargarian de la invasión de Africa Oriental.
·         Ferdinand Foch: general encargado de la coordinación de las operaciones aliadas en el último esfuerzo de los alemanes.
·         Phillipp Petain: General francés a quien fue confiada la defensa de Francia en el ataque realizado por Falkenhayn en su contra.
·         Laur Gueórguievich Kornilov: General de las fuerzas rusas que lucharon contra los alemanes.
·         Armando Diaz: general italiano que reemplazó al general Cadorna.
·         Alejandro: era el hijo de Constantino, ejercía autoridad sobre la presidencia del gobierno.
·         Rey Constantino: favoreció a los imperios centrales a pesar de su declarada neutralidad.
·         Eleuterios Venizelos: declaró la guerra a Alemania y Bulgaria el 3 de noviembre. Se convirtió en el presidente del gobierno el 12 de junio.
·         Abdulah Ybn Husagn: dirigió con su papá la revelión de Hiyad, posteriormente es nombrado por los británicos el Rey de Hiyad.
·         Nivelle-Henri Philippe Pétain: ante el fracaso de Nivelle contra los franceses es reemplazado en su cargo por el general Henri Philippe Pétan.
·         Thomas Edward Lawrence: dirigió la rebelión árabe contra los turcos.
·         Edmund Allenby: dirigió las fuerzas que intentaron conquistar Gaza (Palestina).
·         Sir Edward Grey: primer visconde de Fallodon, propuso el 26 de junio que Gran Bretaña, Francia, Alemania e Italia se reunieran en una conferencia para arbitar en la disputa Austro-Serbia, pero Alemania declinó dicha oferta.
·         Conde Alfred Von Schlieffen: fue el jefe del Estado mayor alemán desde 1891 hasta 1907. Elaboró el Plan Schlieffen.
·         Joseph Joffre: Dirigió a los franceses para que rodearan a Paris y atacaran al priemer ejercito alemán.
·         Maximilian Spee: causó importantes daños en las instalaciones francesas.
·         Alexi Aleséieuich Brusilov: estaba unido a las tropas rusas.
·         August Von Mackensen: lanzaron un fuerte ataque sobre Serbia desde Arabia-Hungría.
·         Sir Ian Hamilton: bombardeó los fuertes turcos de los estrechos, en Febrero de 1915.
·         Douglas Haig: intenta romper las líneas de los alemanes en el oeste mediante una ofensiva masiva en la región del río Somme.
·         Henri Philippe Pétain: defendió a la ciudad de la batalla de Verdún que estaba al amando de los alemanes.
·         Robert Georges Nivelle: reemplazó a Joffre como commandant general ade los ejercitos franceses del norte y del noreste en el mes de noviembre.
·         Thomas Woodrow Wilson: presidente de los Estados Unidos de Norte América, estuvo vinculado con las negociaciones de paz. Al estallar la guerra en Europa el presidente Wilson proclamó formalmente la neutralidad de Estados Unidos. Esta declaración no evitó que surgieran tendencias favorables a uno u otro bando contendiente en el país. El presidente Wilson jugó UN destacado papel en la Conferencia de Paz celebrada en París en 1919 tras la derrota de Alemania.
CONSECUENCIAS DE LA I GUERRA MUNDIAL
El 27 DE Octubre de 1918 Alemania consintió en aceptar las negociaciones de paz, Guillermo II debió entregar el poder, se extendía por toda Alemania una revolución proletaria que fue posteriormente sofocada. En Europa comenzaron los preparativos para conferencia de Versalles.
En 1919 se reunieron en Versalles los representantes de los países vencedores para preparar el tratado definitivo de paz. En ese mismo año, Alemania firmó el Tratado de Versalles, por lo que quedaba obligada a reducir drásticamente su ejército y armamento y a pagar fuertes sanciones económicas como reparación por los daños cusados a los aliados durante la guerra. Además, Alemania perdió su imperio colonial y numerosos territorios en Europa.
Tras la derrota de Alemania en la I Guerra Mundial, los vencedores no llegaban a un acuerdo sobre las reparaciones de guerra que debía pagar la nación vencida. Los líderes de Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia e Italia celebraron la Conferencia de Paz de París en 1919 y elaboraron el Tratado de Versalles. Éste imponía a Alemania una serie de medidas restrictivas y compensatorias que incluían su desmilitarización a gran escala y el pago de indemnizaciones. Los representantes de la reunión fueron el primer ministro británico Lloyd George, el ministro de Asuntos Exteriores italiano Giorgio Sonnino, el jefe de gobierno francés Georges Clemenceau y el presidente de Estados Unidos Thomas Woodrow Wilson (foto).
A pesar de que todas las naciones confiaban en que los acuerdos alcanzados después del conflicto restablecerían la paz mundial sobre unas bases estables, las condiciones impuestas promovieron un conflicto aún más destructivo. Los Imperios Centrales aceptaron los catorce puntos elaborados por el presidente Wilson como fundamento del armisticio, esperando que los aliados los adoptaran como referencia básica en los tratados de paz. Sin embargo, la mayor parte de las potencias aliadas acudieron a la Conferencia de Versalles con la determinación de obtener indemnizaciones en concepto de reparaciones de guerra equivalentes al coste total de la misma y de repartirse los territorios y posesiones de las naciones derrotadas según acuerdos secretos. Durante las negociaciones de paz, el presidente Wilson insistió en que la Conferencia de Paz de París aceptara su programa, pero finalmente desistió de su propósito inicial y se centró en conseguir el apoyo de los aliados para la formación de la Sociedad de Naciones.
Se puede puntualizar que las principales consecuencias de tan nefasta guerra fueron:
·         La muerte de más de 12 millones de personas, equivalente a casi la mitad de los habitantes de Venezuela, y varios millones de heridos, en su mayoría jóvenes, principalmente de Rusia, Alemania, Francia y el Reino Unido.
·         Las pérdidas materiales fueron enormes se supone que pasó los 186.000 millones de dólares.
·         En tan sólo las tres primeras semanas de la guerra, los alemanes perdieron 600.000 hombres.
·         El territorio de Turquía se redujo. El imperio austrohúngaro desapareció y dio lugar a cuatro nuevos Estados: Austria, Checoslovaquia, Hungría y Yugoslavia.
·         La Primera Guerra Mundial marcó el fin de la supremacía de las potencias de Europa y fortaleció la posición de los Estados Unidos y de Japón.
·         En casi toda Europa los medios de comunicación, el transporte, los cultivos, los edificios, etc. quedaron destruidos.
·         Todas las pérdidas ocasionaron una disminución de la producción industrial y agrícola. Las reservas de oro y las inversiones se redujeron, toda Europa entró en una grave crisis económica.
·         Por el contrario, la contienda generó un intenso desarrollo de los instrumentos y técnicas de guerra: fusiles de repetición, ametralladoras, gases asfixiantes dando origen a la guerra biológica y química, hubo tanques, dirigibles y aviones, también se practicaron los bombardeos a las ciudades. La artillería multiplicó los calibres, aumentó el alcance y mejoró los métodos de corrección. El transporte motorizado se generalizó.
·         Hubo una intensa participación de la sociedad civil implicándose en operaciones bélicas, de igual forma participaron instituciones como la Cruz Roja donde la mujer desempeñó una gran labor.
·         A pesar de la labor desempeñada por la Cruz Roja, se desataron grandes epidemias de enfermedades infectocontagiosas.
·         La acción de los submarinos alemanes provocó el hundimiento de las naves aliadas causando un gran número de bajas; al abandonarse el principio por el cual se permitía la evacuación de las naves civiles antes de su hundimiento. En mayo, un submarino alemán torpedeó al Lusitania, un vapor de pasajeros británico. Éste se hundió en menos de 20 minutos frente a la costa meridional de Irlanda, y fallecieron 1.198 civiles, entre los que se encontraban 128 estadounidenses. El incidente estuvo a punto de anticipar la intervención de Estados Unidos en el conflicto mundial, que se produjo en 1917.
·         A pesar de los esfuerzos realizados para provocar la paz mundial con el Tratado de Versalles, las potencias vencedoras permitieron que se incumplieran algunos de los términos establecidos lo que provocó el resurgimiento del militarismo y del nacionalismo agresivo de Alemania y de los desórdenes sociales en gran parte de Europa, agudizó la crisis económica, hubo una fuerte agitación social y hubo el resurgimiento de movimientos bélicos producto de graves disputas que quedaron sin resolver.

Los imperios de Austria-Hungría y Alemania cayeron en 1918 con una diferencia de días entre uno y otro, pero por caminos muy distintos. Austria-Hungría había sido desde siempre una complicada amalgama de pueblos y simplemente se disolvió en sus partes componentes. El emperador Carlos empezó el proceso a mediados de octubre: entre huelgas y manifestaciones proclamó su reino como una federación de estados semi independientes. Al cabo de un mes, sus súbditos tenían nuevos problemas. Los eslavos del sur se unieron a Serbia para formar el reino de los serbios, los croatas y los eslovenos (más tarde Yugoslavia); los checos, los eslovacos y los rutenios proclamaron la república de Checoslovaquia, y Austria, Hungría y Polonia se separaron en repúblicas independientes.
CONCLUSIONES
Una vez culminada la presente investigación, se puede concluir que la I Guerra Mundial:
1.       Duró cuatro años, tres meses y catorce días con profundos cambios en el territorio europeo.
2.       La guerra representó un coste de 186.000 millones de dólares para los países beligerantes.
3.       Las bajas en los combates terrestres ascendieron a varios millones de personas pertenecientes a la población civil y que, en algunos casos, fallecieron indirectamente a causa de la contienda.
4.       A pesar de que todas las naciones confiaban en que los acuerdos alcanzados después del conflicto restablecerían la paz mundial sobre unas bases estables, las condiciones impuestas promovieron un conflicto aún más destructivo. Los Imperios Centrales aceptaron los catorce puntos elaborados por el presidente Wilson como fundamento del armisticio, esperando que los aliados los adoptaran como referencia básica en los tratados de paz.
5.       La mayor parte de las potencias aliadas acudieron a la Conferencia de Versalles con la determinación de obtener indemnizaciones en concepto de reparaciones de guerra equivalentes al costo total de la misma y de repartirse los territorios y posesiones de las naciones derrotadas según acuerdos secretos.
6.       Durante las negociaciones de paz, el presidente Wilson insistió en que la Conferencia de Paz de París aceptara su programa completo organizado en catorce puntos, pero finalmente desistió de su propósito inicial y se centró en conseguir el apoyo de los aliados para la formación de la Sociedad de Naciones.
7.       Las potencias vencedoras permitieron que se incumplieran ciertos términos establecidos en los tratados de paz de Versalles lo que provocó el resurgimiento del militarismo y de un nacionalismo agresivo en Alemania y desórdenes sociales en gran parte de Europa.
8.   La I Guerra Mundial trajo ruina, enfermedades y dolor a todos los países participantes.
9.   Hubo grandes adelantos científicos con fines bélicos lo que trajo como consecuencia más muertes y más destrucción.
10.   Y por último, esta guerra no resolvió los conflictos, por el contrario los enfatizó lo que tras unos veinte años, aproximadamente, ocasionó la II Guerra Mundial.
Bajas en la Primera Guerra Mundial
País
Hombres movilizados
Muertos*
Heridos
Prisioneros y
desaparecidos
Total Bajas
Bajas en porcentaje  del total de movilizados
Rusia
12.000.000
1.700.000
4.950.000
2.500.000
9.150.000
76,3
Francia
8.410.000
1.357.800
4.266.000
537.000
6.160.800
73,3
Imperio Británico
8.904.467
908.371
2.090.212
191.652
3.190.235
35,8
Italia
5.615.000
650.000
947.000
600.000
2.197.000
39,1
Estados Unidos
4.355.000
126.000
234.300
4.500
350.300
8,0
Japón
800.000
300
907
3
1.210
0,2
Rumania
750.000
335.706
120.000
80.000
535.706
71,4
Serbia
707.343
45.000
133.148
152.958
331.106
46,8
Bélgica
267.000
13.716
44.686
34.659
93.061
34,9
Grecia
230.000
5.000
21.000
1.000
27.000
11,7
Portugal
100.000
7.222
13.751
12.318
33.291
33,3
Montenegro
50.000
3.000
10.000
7.000
20.000
40,0
Total Aliados
42.188.810
5.152.115
12.831.004
4.121.090
22.089.709
52,3
Alemania
11.000.000
1.773.700
4.216.058
1.152.800
7.142.558
64,9
Austria-Hungría
7.800.000
1.200.000
3.620.000
2.200.000
7.020.000
90,0
Turquía
2.850.000
325.000
400.000
250.000
975.000
34,2
Bulgaria
1.200.000
87.500
152.390
27.029
266.919
22,2
Total Imperios
Centrales
22.850.000
3.386.200
8.388.448
3.629.829
15.404.477
67,4
Total general
65.038.810
8.538.315
21.219.452
7.750.919
37.494.186
57,6
* Incluye los muertos, por cualquier causa, dentro del Ejército
BALANCE DE UNA CATÁSTROFE
La Primera Guerra Mundial afectó a todas las clases sociales. La ingente demanda de pertrechos y municiones modificó la economía y la estructura social de los países contendientes. Con el fin de abastecer aunque sólo fuera de modo insuficiente a la población, y poder producir el material de guerra necesario, el Estado se vio obligado a intervenir cada vez en mayor grado en todos los campos de la economía.
El Reich alemán, Austria-Hungría, Francia y Gran Bretaña movilizaron todas sus reservas a fin de disponer de las tropas y armamento suficientes para un conflicto de extensión mundial. Todos los hombres útiles de 18 a 41 años fueron llamados a filas y las mujeres obligadas a trabajar; la industria se adaptó a la producción de guerra, la economía se sometió a control estatal y militar, se racionaron los alimentos y las prendas de vestir.
Estas medidas tuvieron una indudable efectividad: de 1914 a 1918 se duplicó el número de soldados franceses, la potencia del ejército alemán creció en un 150 por ciento, y se multiplicó por nueve el número de soldados de que disponía Gran Bretaña. En todas las naciones beligerantes (Italia y los Estados Unidos entraron en guerra más tarde) aumentó enormemente la producción de armamento y municiones. Las sumas de dinero necesarias alcanzaron proporciones astronómicas. Al finalizar la guerra, Alemania había de hacer frente a una deuda de 153.000 millones de marcos, prescindiendo de las reparaciones de guerra. Lo cual equivalía al triple de la renta nacional anual anterior a la guerra.
A Rusia le había sido fácil obtener sus catorce millones de soldados de las fantásticas reservas humanas que suponían sus gigantescos territorios. En contrapartida, tuvo grandes dificultades para abastecer a sus tropas y a la población civil, debido al escaso desarrollo de su industria. Al final de la guerra, Rusia se había sacudido el yugo zarista, al cual se achacaba la responsabilidad de la derrota, pero en cambio había de lamentar el mayor número de víctimas.
La movilización total aceleró también los cambios sociales, debido a la incorporación de la mujer al proceso laboral y a las medidas supervisoras del Estado sobre casi todos los ámbitos de la vida cotidiana. Pese a todos estos esfuerzos, no pudo evitarse que se consolidaran las posiciones y se estabilizaran los frentes. La situación únicamente se modificó cuando intervinieron en Europa los Estados Unidos con dos millones de soldados (los EE. UU. llegaron a movilizar en total casi cinco millones).
Según muestra el cuadro superior, los contendientes de la «primera hora», es decir, Austria-Hungría, Alemania, Rusia y Francia, sufrieron las mayores pérdidas. En total perecieron en la Primera Guerra Mundial aproximadamente diez millones de soldados, y hubo unos 20 millones de heridos.
NUEVOS MÉTODOS PARA MATAR: La nueva tecnología armamentista se añadió a los horrores de la guerra. Cada innovación engendraba su contrapartida que, a su vez, creaba otra innovación en una espiral de violencia interminable. Los submarinos se utilizaban para defender las costas desde 1880, pero los alemanes los utilizaron por primera vez para el bloqueo británico. En 1915 se desarrolló el hidrófono, un micrófono submarino diseñado para prevenir la proximidad de los submarinos. (Así éstos se podían hundir con una carga de profundidad recién inventada.) La mayor capacidad de los aliados para interceptar submarinos obligó a los alemanes a atacar más rápido, incrementando el riesgo de hundimiento de barcos sin armas.
Las bombas aéreas, lanzadas esporádicamente por los italianos en su campaña de 1911 contra los turcos-otomanos en el norte de África, se emplearon en grandes cantidades por primera vez en febrero, cuando los dirigibles alemanes empezaron a bombardear Inglaterra. Aunque el kaiser había ordenado que sólo se disparara contra objetivos militares, la precisión no era técnicamente posible. A fines de año, 700 personas se contaron entre los muertos y heridos que produjeron los 55 ataques realizados.
En marzo, los escuadrones de aeroplanos británicos empezaron a bombardear trenes que transportaban soldados alemanes. Las bombas, acopladas en el fuselaje, caían cuando el piloto tiraba de una cuerda. En 1918, ambos bandos utilizaban aeroplanos cuatrimotores enormes cargados con toneladas de explosivos. Los bombarderos estaban escoltados por aviones de combate ágiles y pequeños al mando de ases como el barón alemán Manfred von Richthofen, el francés Rene Fonck, el británico Edward Mannok y el norteamericano Eddie Rickenbacker. Los combates aéreos proporcionaron un campo de acción al valor individual en una guerra impersonal.
Otra arma nueva, el gas venenoso, no pudo haber sido menos individual. Los alemanes la emplearon por primera vez en el frente ruso, en enero de 1915. En abril empezaron los ataques regulares con gas en Ypres, Bélgica. Los aliados pronto respondieron del mismo modo. Ambos bandos empezaron a usar máscaras protectoras, pero se inventaron variedades nuevas de gas que penetraban en la piel. Atrapados en las trincheras, hombres y ratas murieron del mismo modo. agonizando lentamente
Los paises que participaron en la Primera Guerra Mundial fueron:
  • Alemania
  • Austria
  • Gran Bretaña
  • Francia